Este fenómeno que se produce en las costas mediterráneas durante los meses invernales y en condiciones de gran estabilidad atmosférica suele pasar desapercibido, pero en ocasiones sus efectos son bien visibles.
Este fenómeno suele pasar inadvertido para muchas personas, pero es bastante frecuente en esta época del año y probablemente se producirá en las próximas semanas.
En cambio, otros son más difíciles de percibir por la mayoría de la población, como es el caso de las menguas, secas o "minves" que se producen por estas fechas en el Mediterráneo. Aunque se suelen asociar al mes de enero, se pueden producir en cualquier momento del invierno, finales del otoño y principios de la primavera, cuando las altas presiones suelen instalarse durante unas cuantas jornadas o semanas consecutivas sobre la Península.
El mecanismo del barómetro invertido
La presión atmosférica provoca cambios en el nivel del mar, ya que el aire pesa y dicho peso genera cambios invertidos a sus variaciones. Cuando la presión aumenta, el nivel del mar disminuye y viceversa. Esto es lo que se conoce como el mecanismo del barómetro invertido. En situaciones de altas presiones como las de estos días o en las típicas del mes de enero, el mar baja o se retira debido al aplastamiento al que es sometido por el aire.
Por cada hectopascal que la presión supera el valor normal (recordemos que el umbral habitual considerado para delimitar las altas y las bajas presiones es de 1013 hPa), el nivel del mar baja aproximadamente un centímetro. A esto hay que sumarle otros factores que pueden aumentar o mitigar estas variaciones en el nivel marino, como pueden ser las mareas astronómicas o los vientos.
Un descenso del nivel del mar que a veces puede superar los 50 cm
Este fenómeno puede producirse durante varias jornadas e incluso semanas, cuando tenemos anticiclones muy potentes centrados en la Península y su entorno, una situación bastante frecuente en invierno. En los últimos días ya se han reportado descensos del nivel del mar en la costa mediterránea, pero en las próximas semanas, ya en el mes de enero, es fácil que estas menguas vuelvan a darse durante algunas jornadas.
Sus efectos se pueden ver mejor en espigones, escolleras o en playas con rocas cercanas a la orilla. El mar suele bajar de 20 a 40 cm, quedando al descubierto rocas y otras zonas que normalmente están sumergidas, y además suele apreciarse perfectamente gracias a la marca que deja el nivel del mar habitual. En algunos casos el descenso puede alcanzar los 60-70 cm, e incluso más si coincide con vientos débiles de terral o poniente y marea astronómica baja, aunque en el Mediterráneo son poco significativas.
Como ya hemos comentado, normalmente sólo las personas que viven junto al mar, pescadores y aficionados a la meteorología suelen darse cuenta de esta retirada del mar, salvo que sea una mengua muy evidente. Como vemos, aunque los anticiclones suelen asociarse a monotonía meteorológica nos regalas fenómenos de los más variopintos en nuestra geografía.
Los otros nombres que reciben las menguas
Resulta frecuente referirse a estas situaciones como calmas. No obstante, este término resulta muy genérico, ya que también puede identificarse con la estabilidad asociadas a las altas presiones. Uno de los localismos más empleados en la Comunitat Valenciana, Cataluña o Baleares es el de las minves de gener, que traducimos al castellano como las menguas de enero
Por otra parte, en aquellas comarcas donde predomina el castellano las menguas también reciben el nombre de secas, una traducción literal a nuestro idioma de "seiches", un término adoptado por el hidrólogo suizo François-Alphonse Forel en 1890 y cuya definición es más amplia, ya que hace referencia a las ondas estacionarias que provocan dichas oscilaciones, cuyas causas pueden ser muy diversas.
Font, article de Samuel Bienes per a "METEORED el tiempo.com"
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