Recreación de un neandertal.
Palabra de la Universidad de Oxford.
Entre las conclusiones del estudio, recogidas por Muy Interesante, el hecho de que si tienes hábito de madrugar se puede deber a una herencia genética neandertal. Estos 'restos' también podrían estar detrás de los ritmos circadianos de los humanos modernos, más capaces de adaptarse a diferentes entornos.
En complementario, investigadores de Vanderbilt, la Universidad de Pensilvania y otras instituciones añaden que madrugar se asocia con un reloj circadiano más corto. Esto encaja con el hábito de vida de los humanos arcaicos, que vivían en latitudes más altas, porque les permitía sincronizar rápidamente sus horarios de sueño y vigilia con señales del tiempo externo como la luz.
Como añade Muy Interesante, en el tejido de ADN de estos antiguos homínidos había 16 variantes asociadas con mayores niveles de "modo alondra" en los humanos modernos. Entre ellos, los llamados 'genes reloj', basados en regular el ritmo circadiano y por las que las generaciones de neandertales eran más propensos a madrugar y hacer vida 'de día', que de tarde y noche.
Así, quienes mantengan estos 'restos' biológicos neandertales tendrán más opciones de desarrollar un estilo de vida madrugador (y de acostarse más temprano).
Font, article de "Redacción HuffPost"
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