La Señera regional es la única en España que no se inclina, por ser Real, ante nada ni ante nadie.
El himno de la Comunidad Valenciana comienza con una frase mítica como es, en el idioma regional, la de «para ofrendar nuevas glorias a España». Asimismo, su última estrofa se canta diciendo «¡Ondee en el aire nuestra Señera! ¡Gloria a la Patria! ¡Viva Valencia! ¡Viva! ¡Viva ¡Viva!». Esa enseña a la que apela la canción tiene una historia que merece la pena ser resumida.
Para comenzar, cabe destacar que es en España la única bandera que tiene la consideración de Real. Esto significa que no se inclina «ante nada ni ante nadie». De hecho, cada festividad del 9 de Octubre, Día de la Comunidad Autónoma, baja recta desde el balcón del Ayuntamiento en un acto solemne y no por las escaleras del edificio.
Guerra de los dos Pedros
Esta clase de ceremonia no es fruto de la casualidad, sino que su arraigo se remonta a la época medieval. Fue en 1261 cuando el Rey Jaime I El Conquistador juró los Fueros de Valencia y del Reino, lo que dotaba a lo que hoy en día es la región en un territorio con leyes propias. Para simbolizar ese gesto histórico, el monarca hizo entrega de una copia de un estandarte al que llamó Señera.
El segundo gran hito para la enseña autonómica tuvo lugar durante la llamada Guerra de los dos Pedros (1356-1365). A su término, Pedro El Ceremonioso le concedió a la ciudad de Valencia el derecho a utilizar sobre sus armas la figura de la corona real y, a su vez, que esta estuviera sobre una franja azul. No fue el único gesto que este rey tuvo hacia la capital del Turia, ya que también instauró el uso de una doble letra ele en su escudo, resaltando que fue una ciudad doblemente leal ante sus disputas dinásticas.
El 31 de mayo de 1449 se decidió sustituir el Pendón de la Conquista por una nueva Señera debido a su deterioro. En esta nueva modificación ya se incluyó la Corona sobre fondo azul. La enseña no tuvo mayores modificaciones durante el siglo XIX, cuando apenas se le incluyó la mencionada doble ele y el emblemático murciélago de Valencia. Ya en el XX, durante las décadas del franquismo la bandera valenciana, como las de otras comunidades autónomas, estuvo prohibida y mal vista.
No obstante, en la década de los 60 fue Manuel Sanchis Guarner quien convenció a las autoridades del régimen de las bondades de autorizar el uso de la Señera y de dejar atrás las restricciones. Ya en la Transición, aunque el proyecto de Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana diseñó una enseña, el Congreso de los Diputados en 1982 lo modificó, determinando lo que hoy en día es la Real Señera Valenciana, la misma que, se debe destacar, no se inclina ni ante nada ni ante nadie.
Font, article de Mateo Colom per a "El debate"
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