Aún queda mucho, pero los modelos señalan insistentemente la desestabilización de la corriente en chorro.
En realidad, no es algo nuevo... Lo explicaba Roberto Granda, desde hace más de 60 años, diciembre vive un largo proceso en el que el "mes más lluvioso del año" está desapareciendo. Pese a que "diciembre es el mes más lluvioso del año en amplias zonas del país, especialmente del suroeste peninsular", en los últimos 15 años la tendencia es terrible.
Mientras "en el valle del Guadalquivir, el acumulado decenal ha descendido más de 400 mm de media", en el noreste llevan años encadenando un diciembre seco tras otro. Esto también afecta al valle del Ebro y a la cornisa cantábrica. Solo Galicia y puntos muy concretos de Madrid y Murcia se libran de la tendencia a la baja (aunque incluso en estos casos, los incrementos son pírricos).
El frío también está dejando de sentirse: En ninguna estación meteorológica del país ha bajado la temperatura media en los últimos 60 años. De hecho, algunas (como La Molina) han visto subir el promedio en más de cuatro grados. Es decir, si hacemos caso a los datos, hace años que perdimos diciembre.
...pero este 2023 nos pilla muy débiles. Los datos son clarísimos: el 34% de España, en alerta o emergencia por escasez de agua. Es lógico. Si "el año hidrológico 2021-2022 cerró como el tercero más seco desde que hay registros", el 2022-2023 fue solo ligeramente mejor y acabó con un 12% de precipitaciones por debajo de lo normal. Es decir, "se convirtió en el sexto más seco del siglo XXI y el duodécimo más seco desde 1961".
Sobre el papel, 2024 podría ser más lluvioso que los anteriores (El Niño pone a España bajo la influencia de una circulación subtropical más intensa de lo normal y eso puede acabar resultando en un pasillo de tormentas a través del Atlántico). Pero... ¿quién entiende exactamente lo que está pasando en el Atlántico? ¿quién puede asegurar a ciencia cierta que lo que "creíamos saber" hasta el momento, va a seguir siendo así.
¿Qué podemos esperar estas semanas? Esa es la gran pregunta, porque hay varios fenómenos en juego (un río atmosférico y una posible entrada de frío polar) que podrían matizar todo lo que acabo de decir. No obstante, conforme pasan los días, parece que las lluvias van a concentrar en Galicia, en el noroeste de Castilla y León y en el Cantábrico occidental. Con suerte, llegarán al tercio noroeste y, en el resto del país, habrá (quizás) algún chubasco aislado.
En cuanto a la irrupción de aire polar: si los modelos están en lo cierto, será un "visto y no visto" que se notará en algún momento del fin de semana de Nochevieja. Nada, en todo caso, que cambie el panorama general.
¿Y el calentamiento súbito estratosférico del que se habla? Ese es el posible regalo de Reyes y enfatizo en lo de "posible". Por ahora, los modelos parecen dar verosimilitud al escenario en el que el calentamiento estratosférico conseguirá alterar la corriente en chorro y producirá un buen desorden meteorológico en el norte. Son muchos días y es posible que el impacto sea menor, pero la situación va ganando enteros.
No obstante, eso es solo parte del asunto. España no solo necesita que se rompa el vórtice polar, necesita que en la lotería que supone ese fenómeno... nos toque algo (y, ojalá, sea algo bueno). ¿Es posible? Sí, a día de hoy es posible. ¿Es seguro? Ni muchísimo menos.
Font, article de Javier Jiménez per a "Xakata"
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