domingo, 31 de diciembre de 2023

Primer hallazgo científico del telescopio prototipo LST-1 del Roque: descubre el núcleo galáctico activo más lejano a muy altas energías

 

El telescopio LST-1 durante una observación en el Observatorio del Roque de Los Muchachos, en las cumbres de Garafía
El  pasado 15 de diciembre,  indica en una nota de prensa, la colaboración de Telescopios de Gran Tamaño (LST por sus siglas en inglés) anunció a través de un Telegrama de Astrónomos (ATel) la detección de la fuente OP 313 a muy altas energías con el LST-1“.  Señala que ”aunque se conocía OP 313 a energías más bajas, nunca se había detectado por encima de los 100 GeV (Gigaelectronvoltios), lo que hace que este sea el primer descubrimiento científico del LST-1“. Con estos resultados, destaca, ”OP 313 se convierte en el Núcleo Galáctico Activo más distante jamás detectado por un telescopio Cherenkov, lo que demuestra una vez más el rendimiento excepcional del prototipo del LST mientras sigue su puesta en marcha la CTAO-Norte“ en Observatorio Astronómico de La Palma.

El LST-1 fue inaugurado el 10 de octubre de 2018 y registró la primera luz en la noche del 14 al 15 de diciembre de ese mismo año.

La fuente OP 313, explica, “es lo que se conoce como un Cuásar de Radio de Espectro Plano o FSRQ (Flat Spectrum Radio Quasar), un tipo de AGN. Se trata de objetos muy luminosos que se encuentran en los centros de algunas galaxias, donde un agujero negro supermasivo devora material de su entorno, creando potentes discos de acreción y chorros de luz y partículas relativistas”.

El LST-1, añade, “observó esta fuente entre el 10 y el 14 de diciembre, tras recibir una alerta del satélite Fermi-LAT que mostraba una actividad inusualmente alta en el rango de rayos gamma de baja energía, confirmada también en el rango óptico con diferentes instrumentos”.   Apunta que “con solo cuatro días de datos, la Colaboración LST pudo detectar la fuente por encima de los 100 Gigaelectronvoltios (GeV), un nivel de energía mil millones de veces mayor que la luz visible que los humanos pueden percibir”.

Destaca que “solo se conocen nueve cuásares a muy altas energías, y OP 313 es ahora el décimo. En general, los cuásares son más difíciles de detectar que otros tipos de AGN a energías muy altas. Esto se debe no solo a que el brillo de su disco de acreción debilita la emisión de rayos gamma, sino a que están más lejos. En este caso, OP 313 se encuentra a un corrimiento al rojo de 0,997 u ~8 mil millones de años luz de distancia, lo que lo convierte en el AGN más distante y la segunda fuente más distante jamás detectada a muy altas energías”.

Indica que “cuanto más distante es la fuente, más difícil es observarla a energías muy altas debido a la llamada Luz de Fondo Extragaláctica o EBL (conocida así por sus siglas en inglés)”. La EBL, subraya, “es el conjunto de luz emitida por todos los objetos fuera de la Vía Láctea que se expande a través de múltiples longitudes de onda, desde luz visible, infrarroja y ultravioleta. La EBL interactúa con rayos gamma de muy alta energía, atenuando su flujo y, por tanto, dificultando su observación”.

Las características del LST-1, “con una sensibilidad optimizada para el rango de baja energía del CTAO, entre 20 y 150 GeV, donde los rayos gamma se ven menos afectados por la EBL, permitieron a la Colaboración LST ampliar el estudio de esta fuente a decenas de GeV por primera vez”.

La Colaboración LST “seguirá observando esta fuente con el LST-1 para ampliar el conjunto de datos y, así, obtener un análisis más preciso que permita a los científicos mejorar su comprensión de la EBL, estudiar los campos magnéticos dentro de este tipo de fuentes o profundizar en física intergaláctica fundamental”.

Observación de rayos gamma de muy alta energía

El LST-1, el prototipo de los cuatro telescopios de gran tamaño (Large Size Telescopes), forma parte de la Red de Telescopios Cherenkov. Esta red estará dedicada a la observación de rayos gamma de muy alta energía y constará de más de 100 telescopios, de tres tamaños diferentes, localizados en los dos hemisferios. En el complejo científico ubicado en las cumbres de Garafía (hemisferio norte) se instalarán 19 (cuatro de gran tamaño y 15 telescopios de tamaño mediano, MST por su siglas en inglés). El resto se emplazará en Chile (hemisferio sur).

Los LST, con un espejo de 23 metros de diámetro, son los telescopios más grandes de la red CTA. El LST-1 es el prototipo de los 4 telescopios de este tipo que se instalarán en el observatorio del hemisferio norte, situado en el Roque de Los Muchachos (ORM), y estarán rodeados de varios telescopios de 12 metros de diámetro o Medium Size Telescopes (MST). En el observatorio sur, en Chile, además de estos dos tipos de telescopios, se instalará un tercer tipo de 6 metros de diámetro denominados Small Size Telescopes (SST). En conjunto, “CTA podrá detectar, con una precisión y sensibilidad sin precedentes, rayos gamma en un amplio rango de energías, lo que proporcionará una visión completamente nueva del cielo”, indicó el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en una nota de prensa.

El LST-1, explicó el IAC, tiene una superficie reflectante de 400 metros cuadrados (m2) sostenida por una estructura de tubos de fibra de carbono y de acero. Mide 45 metros de alto y pesa alrededor de 100 toneladas. Sin embargo, señaló, “es extremadamente ágil, con la capacidad de reposicionarse en 20 segundos para capturar señales de estallidos de rayos gamma (o GRBs por sus siglas en inglés). En general, los rayos gamma de muy alta energía que detectarán los LSTs proceden de objetos distantes más allá de nuestra galaxia, como los núcleos activos de galaxia o agujeros negros supermasivos”.

Font, article en "El Diario" 

Por qué la luz del Sol no ilumina el espacio. Resolviendo la pregunta que un niño envió a la ISS

 

Cuando fue al espacio, William Shatner quedó impactado con su oscuridad. El flujo de luz solar nunca llega a iluminarlo.

Cuando el actor William Shatner volvió del espacio, dijo que le había parecido un funeral: "Vi un vacío frío, oscuro y negro. No se parecía a ninguna negrura que se pueda ver o sentir en la Tierra. Era profundo, envolvente, acaparador. Me volví hacia la luz del hogar. Pude ver la curvatura de la Tierra, el beige del desierto, el blanco de las nubes y el azul del cielo. Era vida.

El espacio exterior siempre está oscuro. Aunque esté relativamente cerca del Sol, es profundamente negro. Así lo imaginó el cine desde mucho antes que Stark Trek, y así lo hemos visto en infinidad de lanzamientos y caminatas espaciales. ¿Por qué el Sol no ilumina el espacio? Un niño hizo esta misma pregunta a los astronautas de la Estación Espacial Internacional hace varios años. Es una buena pregunta. Esta es la respuesta.

Una intensa fuente de luz

El Sol, como cualquier estrella, es una intensa fuente de luz. Mucha de su energía se libera en forma de radiación electromagnética que emite en todas las direcciones de forma esférica.

La mayor parte de esta radiación se emite en el visible, es decir, como un flujo de luz. Sabemos que la intensidad de la luz solar disminuye con el cuadrado de la distancia: un objeto que se encuentre al doble de distancia del Sol que la Tierra recibirá un cuarto de su luz. Esto es porque el Sol proyecta un flujo finito de luz sobre un área esférica cada vez más grande. En consecuencia, Marte recibe menos luz que la Tierra, pero más que Saturno, que está aún más lejos.

Visto de otro modo, aunque la luz decaiga rápidamente con la distancia, el espacio interplanetario cercano a la Tierra recibe un flujo de radiación similar al que recibe nuestro planeta. El Sol sí que irradia luz en el espacio, pero no lo ilumina uniformemente, como ocurre con el cielo de la Tierra.

El vacío no refleja la luz

Para entender por qué no lo ilumina, solo hay que encender una bombilla en un lugar abierto y otra en una habitación pintada de blanco. La bombilla apenas alumbra un pequeño círculo a su alrededor en el espacio abierto, pero logra iluminar de forma más o menos uniforme la habitación cerrada.

Iluminar un espacio no solo requiere una fuente de luz, sino también algo que la disperse o refleje, como las paredes blancas de la habitación. Un ejemplo mejor sería apuntar con una linterna al cielo: si hay mucha humedad, veremos el haz de luz hasta cierta distancia, pero si no, difícilmente causaremos algún efecto.

En la mitad iluminada de la Tierra, la luz se dispersa uniformemente por la atmósfera, que está compuesta de pequeñas partículas. El espacio, en cambio, está prácticamente vacío: no tiene partículas que dispersen la luz. La luz está ahí, y si miras directamente al Sol corres el riesgo de quedarte ciego, pero no hay nada que la disperse o refleje para iluminar el espacio de manera uniforme.

Es la misma razón por la que el cielo de la Tierra es azulel de Marte es gris rojizo y la Luna no tiene cielo: distintas atmósferas (o la ausencia de ella) dispersan la luz de distintas maneras (o no la dispersan). En el espacio hay mucha luz, pero esa luz solo se vuelve visible cuando se mira a la fuente o a un objeto que la ha reflejado.

Font, article de Matías S. Zavia per a "Xakata"

Algo va a cambiar en enero: los modelos empiezan a señalar un cambio de tendencia y es justo lo que España necesita

 

Tras un diciembre horrible en términos meteorológicos, todo parece indicar que tras el día de Reyes la situación va a cambiar.


Mientras todos mirábamos al vórtice polar, los modelos meteorológicos empezaban a enseñarnos otras cosas. Por primera vez en semanas, el modelo europeo daba buenas noticias con las lluvias y las salidas deterministas alejan el fantasma del bloqueo. No es una solución mágica, pero (en una situación como la actual) es una buena noticia.

¿Dónde va a llover? En los próximos días, tras el frente asociado a la borrasca Gerrit que dejará agua en Galicia, lloverá (sobre todo) en Castilla y León y Extremadura. Luego la borrasca se debilitará, pero podrían caer algunas lluvias dispersas en la comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y en el oeste de Andalucía.

¿Y después? Frío. Frío, sí; pero no el suficiente como para sobrepasar los umbrales de ola de frío. Con este tipo de fenómenos pasa algo parecido que con las olas de calor (hacen falta al menos tres días consecutivos, en los que el 10% de las estaciones registren mínimas por debajo del percentil del 5% de la serie histórica de los eneros y febreros entre 1971-2000.).

Así que notaremos el frío (muy especialmente en la mayor parte del país donde el frío ha estado ausente), pero no se esperan cotas históricas. AEMET no ha lanzado ninguna alerta. Solo queda una lenta espera de cara a lo que nos depare la semana después de Reyes.

Tras el día de Reyes. Y es que la situación podría cambiar entre el 8 al 15 de enero.  Una "configuración  de cresta atlántica podría impulsar aire polar y ártico sobre el continente europeo, dejando temperaturas bastante bajas". En el mejor de los casos, esto dejaría las temperaturas de Península y Baleares en valores normales para enero (aunque Canarias seguiría por encima de lo normal). En el peor, pasaríamos unos días muy fríos.

Por otro lado, el modelo europeo dibuja un horizonte más húmedo de lo que venimos sufriendo. Hay muchas incertidumbres, pero las sensaciones son buenas.

Todo lo demás es especulación. Llevamos días hablando de un calentamiento súbito atmosférico y es cierto que los modelos lo dan casi por seguro. No obstante, como hemos explicado en varias ocasiones, eso no significa nada. Lo más probable es que los efectos del mismo no se hagan notar en la Península, pero la mera posibilidad de que nos encare la corriente en chorro (con todo lo que eso significa a nivel de borrascas) hace que los meteorólogos no dejen de monitorizarlo.

Font, article de Javier Jiménez per a "Xakata"

Las baterías de sodio avanzarán más rápido de lo esperado, con una segunda generación ya en 2024

 


Estos días está siendo noticia en todo el mundo el inicio de la producción del primer coche eléctrico dotado de una batería de sodio, fabricado por JAC Motors y que usa celdas suministradas por el fabricante HiNa. Una alternativa más sostenible y económica, que contará con un segundo modelo de la mano de JMEV, empresa conjunta propiedad del Grupo Renault, y el fabricante chino Jiangling Motors.

El primer modelo es el Jiangling Yizhi EV3 Youth Edition, que ha realizado una primera incursión en el mundo de las baterías de sodio con una composición desarrollada por Farasis Energy, que ha utilizado óxido en capas + carbono duro.

Esta según sus diseñadores, tiene las ventajas de lograr una alta densidad energética, en una química habitualmente con cifras por debajo de las LFP, y además un buen compromiso entre rendimiento, seguridad, un excelente rendimiento a bajas temperaturas y una larga vida útil.

Según Farasis Energy, la densidad energética de los primeros packs de sodio es de entre 140 y 160 Wh/kg; en términos de rendimiento de seguridad, las celdas han pasado pruebas de acupuntura y han superado sobrecargas, sobredescargas, extrusión y agua, inmersión, etc.

En estas pruebas, la batería también alcanzó el estándar NO TP; en términos de rendimiento a baja temperatura, logrando una tasa de retención de la capacidad de descarga a 20° bajo cero que llegó al 91%. En el aspecto de la vida útil, no se han indicado ciclos de carga y descarga, sino que se han limitado a indicar que esta puede satisfacer las necesidades de los vehículos de pasajeros y de dos y cuatro ruedas.

Baterías de sodio: segunda y tercera generación ya en desarrollo

En términos de materiales del sistema químico, además del uso del óxido en capas, también están investigando otras alternativas como el azul de Prusia y los polianiones.

El siguiente paso será el lanzamiento de la segunda generación, que según sus diseñadores, se producirá a lo largo de 2024 con unas nuevas celdas que elevarán la densidad energética hasta los 160-180 Wh/kg. Algo que le colocará a la altura de las mejores celdas LFP.

Dos años más tarde, en 2026, llegará la tercera generación donde la densidad energética alcanzará los 180-200Wh/kg. Una cifra clave que le permitirá cumplir con los requisitos de aplicaciones en un amplio escenario. Tanto vehículos de dos ruedas, de cuatro, compactos, como modelos de mayor tamaño.

Farasis Energy ha indicado que gracias a las baterías de sodio, los fabricantes tendrán ante si una alternativa que ofrecerá un mejor rendimiento a bajas temperaturas que los sistemas químicos actuales, lo que tendrá repercusiones incluso en el diseño de los nuevos vehículos, que podrán contar con sistemas de climatización de las baterías más sencillos, ligeros y económicos.

Además, también han puesto sobre la mesa la mayor estabilidad térmica. Unas baterías que también serán mucho más sostenibles en cuanto a materiales, y más económicas, abriendo un mundo de posibilidades a nichos hasta ahora lejos del alcance de las celdas de litio.

Unas perspectivas muy interesantes que necesitarán desarrollar una economía de escala robusta y una cadena de suministro de sodio estable, y que beneficiará especialmente a aquellos mercados con fuerte producción de este material, que puede ser aprovechado de instalaciones como las desaladoras.

Font, article de Carlos Noya per a "Forococheseléctricos"

Descubren un camino oculto hacia América atravesado hace 24.000 años

 


Según los científicos, el hielo marino habría facilitado una migración temprana.

Una carretera helada puede haber dado a los antiguos viajeros un camino despejado desde Siberia hasta América del Norte hace 24.000 años, más de 10.000 años antes de la llegada de los primeros habitantes del actual Estados Unidos, según las teorías predominantes.

De acuerdo a datos basados en estudios de sedimentos y vida marina fosilizada analizados por investigadores del Servicio Geológico de Estados Unidos, la institución Oceanográfica Woods Hole y la Universidad Estatal de Oregón, un grupo de humanos antiguos habría llegado a América del Norte hace 24.000 años desde Siberia, atravesando un camino congelado previamente desconocido.

Caminos de mares helados

El sendero por el cual se habría concretado esta migración temprana era una vía congelada de hielo marino: estas condiciones permitieron la llegada de humanos al continente americano más de 10.000 años antes de lo indicado hasta hoy por las visiones científicas predominantes, de acuerdo a los especialistas. 

Según el nuevo estudio, presentado este 16 de diciembre en la Reunión Anual de la Unión Geofísica Estadounidense (AGU23), en San Francisco, los datos sugieren que las extensiones planas de hielo invernal pueden haber jugado un papel crítico en facilitar el viaje, en momentos en que el traslado en barco habría sido demasiado complejo.

Durante décadas, los arqueólogos consideraron a una cultura conocida como Clovis como los pioneros originales y primeros pobladores de América del Norte. Atraídos por nuevos y fértiles terrenos de caza, las familias habrían atravesado caminos de tierra creados al retirarse el hielo entre Siberia y Alaska, hace unos 13.000 años.

Una gran carretera de hielo marino

Sin embargo, el hallazgo de asentamientos humanos previos y otros indicios han puesto en duda estas teorías. Según la nueva investigación, un análisis de los modelos climáticos confirma que los fuertes vientos y los niveles más bajos del mar habrían ayudado a que las corrientes oceánicas de hace 20.000 años fueran dos veces más fuertes que hoy, lo que habría hecho imposible el traslado mediante embarcaciones.

A pesar de esto, según un artículo publicado en Science Alert los registros también sugieren que habrían estado presentes amplias extensiones de hielo marino invernal hasta hace unos 15.000 años, a lo largo de las cuales los migrantes podrían haber caminado, o incluso trasladarse en trineos.

Los cientificos concluyeron que en una franja temporal entre 24.500 y 22.000 años atrás habría sido el momento preciso de las primeras migraciones por estos caminos helados. La migración temprana a lo largo de la costa de Alaska habría estado ayudada por el movimiento y la subsistencia en una gran carretera de hielo marino.

Considerando que existen indicios de que los humanos antiguos pueden haberse aventurado tan al sur como Nuevo México hace más de 20.000 años, se puede suponer la existencia de un camino relativamente seguro y abierto que sus antepasados tomaron para dar el primer salto hacia el Nuevo Mundo.

Font, article de Pablo Javier Piacente per a "Levante-emv"

Un nuevo estudio indica que la energía solar y la eólica terrestre son las fuentes más baratas, y la nuclear modular la más cara

 


Son muchos los que todavía defienden la necesidad de desplegar nuevas instalaciones nucleares para la producción eléctrica. Algo que choca con los diferentes estudios, que muestran que es una opción con grandes costes tanto de construcción como operativos. Así lo pone sobre la mesa un estudio de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, una agencia independiente del gobierno federal australiano, que ha estimado el coste de cada tecnología.

El informe ha llegado a la conclusión de que la electricidad generada por fuentes como la solar y eólica terrestre, son las más baratas de Australia, incluso después de tener en cuenta el importante gasto que supone su integración en la red eléctrica.

Las estimaciones de los costes para construir pequeños reactores nucleares modulares (SMR) una tecnología apoyada por el Gobierno australiano, pero que no se espera que esté disponible comercialmente hasta al menos 2030, han aumentado dramáticamente y proporcionarían la energía más cara, según el borrador del informe GenCost.

Las redes eléctricas de Australia fueron diseñadas para grandes centrales eléctricas alimentadas con carbón, pero estas antiguas plantas se están cerrando porque la energía renovable es mucho más barata y además no tiene el lastre de las emisiones de CO2.

Reemplazar el carbón con energías renovables hará que se distribuyan más fuentes de generación por todo el país, creando un sistema de energía distribuida, que requerirá grandes líneas de transmisión y otras tecnologías, incluido el almacenamiento, para mantener la red estable y al mismo tiempo mantener los costes bajos.

El último informe GenCost, muestra que en 2030 un pequeño reactor modular nuclear SMR, si logra desarrollarse tal como está previsto, tendría en el mejor de los casos el segundo nivel de costes más alto de todas las tecnologías disponibles, estando por detrás solamente una planta que funcione con hidrógeno.

No es solo una estimación del gobierno de Australia, y la desventaja económica de los reactores nucleares es ya visible, y como ejemplo el proyecto diseñado para levantar una instalación en Idaho,  Estados Unidos, que esperaba estar en funcionamiento en 2029, ha tenido que ser cancelado ante la falta de compradores para su costosa electricidad.

Los expertos de la industria dicen que los SMR, que no están disponibles todavía comercialmente, será si llega a ponerse en marcha la electricidad más cara que las alternativas y, en el mejor de los casos, no podría desempeñar un papel en el mercado durante más de una década, y probablemente no antes de 2040.

El operador del mercado energético australiano estima que las energías renovables podrían estar suministrando el 96% de la electricidad del país en ese momento, y a precios mucho más competitivos que los actuales. Una competencia realmente compleja para la eterna promesa nuclear modular, que además tiene en las cada vez más abundantes baterías de respaldo otro rival a tener en cuenta para captar inversiones cada a ser el respaldo de las fluctuaciones en las renovables.

Font, article de Carlos Noya per a "Forococheseléctricos"

sábado, 30 de diciembre de 2023

NASA y MIT investigan una red de centinelas espaciales cazadores de objetos interestelares

 

Concepto de nave espacial con motor 'warp drive' (LSI)

Los centinelas están diseñados para detectar e interceptar rápidamente cualquier objeto que entre en nuestro sistema solar procedente de otros lugares de la galaxia, como 'Oumuamua.


Un equipo del Massachusetts Institute of Technology ha desarrollado un proyecto para poner en órbita una red de centinelas en el sistema solar. Su objetivo: Vigilar la entrada de objetos interestelares no identificados para interceptarlos inmediatamente y observarlos de forma directa antes de que abandonen nuestro vecindario cósmico.


La idea fundamental detrás del proyecto es no volver a dejar pasar la oportunidad de identificar objetos como ‘Oumuamua, un cuerpo celeste cuyo comportamiento todavía no ha sido explicado científicamente como fenómeno natural y cuya única explicación razonable, por ahora, es que sea una nave espacial de origen extraterrestre.

El proyecto, liderado por Richard Linares del MIT y financiado por la NASA a través de su Programa de Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC), propone utilizar una red de centinelas como un sistema de alerta temprana para detectar los objetos interestelares (ISOs) que entren a nuestro sistema solar.

Una nueva idea de nave espacial

La clave de esta red de centinelas está en los ‘statites’, una idea originalmente propuesta por el físico y escritor Robert L. Forward en su colección de ensayos 'Indistinguible de la magia'. Los statites son naves espaciales que mantienen una posición fija en el espacio mediante el uso de velas solares que, al reflejar la luz del Sol, generan una presión de radiación. Esta presión contrarresta la fuerza de gravedad del Sol, permitiendo al statite permanecer estacionario en relación a un cuerpo celeste.

Al detectar un ISO, el statite se libera de su estado estacionario dejando de utilizar la presión de radiación que contrarresta la gravedad solar. Así, entra en una trayectoria de caída libre hacia el Sol. Este movimiento inicial de la gravedad del sol actúa como el efecto de una honda —al que denominan ‘Dynamic Orbital Slingshot’ u honda orbital Dinámica— a la vez que el statite usa la energía almacenada en la vela solar para modificar su trayectoria y permitir un encuentro cercano con el ISO.

Este método, afirman, proporciona una respuesta rápida y eficaz para estudiar de cerca estos objetos interestelares, aprovechando la ventana de oportunidad del tránsito antes de que abandonen el sistema solar como lo hizo ‘Oumuamua.


                             Vela solar. (NASA)

Centinelas permanentes

La funcionalidad de los statites es esencial para el éxito de esta misión. Estas naves, al equilibrar la presión de los fotones solares contra la gravedad del Sol, pueden mantenerse en una posición fija en el espacio de forma indefinida.

Comparados con las naves espaciales convencionales, los statites ofrecen ventajas significativas en términos de velocidad y capacidad de respuesta. Un statite, aseguran en su investigación, puede alcanzar velocidades de hasta 25 AU/año (unidad astronómica, la distancia que separa la Tierra del Sol) superando significativamente a las naves más rápidas creadas por el ser humano como la Voyager 1, que ha llegado a alcanzar los 3,6 AU por año. Esto los hace útiles no solo para misiones de respuesta rápida a cometas y asteroides interestelares, sino también para enviar cargas útiles al sistema solar exterior.

El concepto de misión y operaciones propone una constelación de statites que permanecen en un estado de baja energía hasta que se detecta un ISO. Una vez detectado, se calcula la trayectoria del ISO y el statite libera un CubeSat (un pequeño satélite) en una trayectoria de caída libre hacia el Sol, que utilizaría un control de actitud para ponerse en la trayectoria correcta que permitirá la maniobra de encuentro con el ISO a medida que acelera. Al cruzarse con el ISO, el CubeSat utilizará sensores y cámaras para realizar mediciones científicas y fotografías.

Habrían cazado a ‘Oumuamua

El rendimiento y los cálculos de trayectoria de los statites son aspectos fundamentales de su diseño, afirma Linares en su investigación, que subraya que existe una relación crítica área-masa para que el statite funcione eficazmente. Según sus cálculos de trayectoria, un statite en trayectoria de caída libre tardaría aproximadamente 64 días en recorrer 1 AU, lo que permitiría una respuesta efectiva de intercepción de cualquier ISO detectado si ponemos los centinelas suficientes en el sistema solar.


Oumumua todavía no ha podido ser explicado como un fenómeno natural.

Los resultados de la simulación presentados en el estudio demuestran la viabilidad de la idea de misiones de encuentro con ISOs utilizando los statites. Para ello utilizaron las trayectorias de los objetos interestelares ‘Oumuamua y Borisov, consiguiendo encuentros con facilidad.

Además de las misiones ISO, afirma el equipo del MIT, la arquitectura de los statites también puede usarse para crear ‘polesitters’, statites posicionados sobre regiones polares de la Tierra que no podrán caer nunca a la Tierra mientras exista el Sol, algo imposible para los satélites convencionales que requieren correcciones de órbita con motores químicos o de iones para mantenerse en órbita. Estos podrían utilizarse para misiones en órbita terrestre, servicio de satélites en órbita, eliminación de desechos espaciales e incluso misiones de espacio profundo a planetas exteriores o asteroides.

Font, article de Jesús Díaz per a "El Confidencial"

El nuevo minirreactor nuclear que funciona sin agua y da calor y energía en cualquier lugar

 

          Así será el eVinci cuando esté construido.                          (Westinghouse)

El nuevo diseño de minirreactor ha conseguido financiación del Gobierno de EEUU y sus creadores aseguran que funciona como una batería nuclear de quita y pon que dura ocho años cargada.


El minireactor nuclear eVinci, de la compañía estadounidense Westinghouse, es uno de los tres diseños que ha elegido el Departamento de Energía de los EEUU en su acelerador de proyectos nucleares. Sus creadores dicen que el pequeño tamaño del eVinci y lo fácil de su transporte lo convierten en una batería nuclear portátil con capacidad para generar hasta 5 MWe de potencia. Su puesta en marcha está prevista para 2029 y servirá para dotar de electricidad a lugares pequeños como universidades o aldeas sin acceso a otras fuentes de energía, para uso militar o incluso para las primeras colonias humanas en la superficie de la Luna.

Los reactores nucleares compactos son una de las formas más prometedoras de satisfacer la demanda energética sin lanzar toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Por eso el Departamento de Energía de los EEUU, a través de su Centro Nacional de Innovación en Reactores, ha decidido premiar tres diseños de minireactores con 3,9 millones de dólares para terminar el desarrollo sus prototipos y que puedan participar en el nuevo banco de pruebas del Laboratorio Nacional de Idaho. Los elegidos han sido el Kaleidos, de Radiant, el Pylon, de Ultra Safe Nuclear Corporation y el eVinci de Westinghouse.

La subsecretaría de Energía Nuclear estadounidense, Kathryn Huff, declaró que este programa hará que los reactores en miniatura se acerquen "un paso más a ser una realidad". Aunque las compañías ya están llegando a acuerdos con otras instituciones para adelantar su salida comercial. Westinghouse, por ejemplo, ha cerrado hace apenas un mes un acuerdo por 59 millones de dólares con el Consejo de Investigación de Saskatchewan, en Canadá, para construir el primer microrreactor eVinci antes de que acabe la década.

Cómo funciona el eVinci

El nuevo minireactor de Westinghouse funciona gracias a una tecnología que llaman Heat Pipe, que, según la compañía, reduce el número de componentes necesarios en los sistemas activos, eliminando así los riesgos de alta presión o de fugas de refrigeración que tienen otros diseños.

El eVinci utiliza un combustible tri-isotrópico (TRISO). El TRISO usa unas pequeñísimas estructuras formadas por un núcleo de combustible de uranio encapsulado por tres capas de materiales a base de carbono y cerámica que impiden la liberación de productos de fisión radiactivos. Esto lo hace menos propenso a provocar accidentes causados por la corrosión, la oxidación y las altas temperaturas que los combustibles nucleares tradicionales.

El calor que produce el TRISO en la reacción de fisión nuclear se transfiere por radiación a un tubo de 3,6 m de longitud, que según Westinghouse es el primero creado en el mundo con estas características. El tubo contiene también un sistema pasivo de eliminación de calor (PHRS) que lo enfría por convección sin necesidad de aplicar agua, algo que lo hace mucho más seguro y fácil de instalar que sus hermanos mayores. Este microrreactor de 5MWe puede funcionar durante más de ocho años sin necesidad de recarga, según explica la compañía en su web.

Una batería nuclear

Una vez agotado el combustible, el microrreactor puede volver a rellenarse o se puede reemplazar por uno nuevo como si fuera una batería. El combustible sobrante volverá al fabricante o se almacenará en depósitos geológicos profundos (DGR) para su gestión a largo plazo.

El eVinci viene totalmente montado en fábrica y su tamaño compacto hace que se pueda transportar en contenedores por ferrocarril, barco o camión. El sistema, dice la compañía, se instala fácilmente en la superficie, sin necesidad de enterrarlo bajo tierra y puede combinarse con otras plantas de energía renovables para alimentar la red eléctrica.

Además el calor que produce la reacción también se puede usar para aplicaciones industriales o como sistema de calefacción para localidades pequeñas.

Los otros minireactores

Además de este diseño de Westinghouse, el Departamento de Energía de los EEUU también ha confiado en otras dos compañías cuyos minireactores ya hemos visto aquí en Novaceno.

Radiant —fundada por exingenieros de SpaceX que quisieron adaptar para la Tierra las fuentes de energía que habían desarrollado para las futuras bases en el Planeta Rojo— está desarrollando un minireactor que tiene una potencia de 1 MW, lo suficiente para abastecer de energía a una comunidad de 1.000 viviendas durante ocho años, dice la compañía. Su sistema, llamado Kaleidos, es similar al eVinci. Lleva un combustible de partículas TRISO, no necesita agua para enfriarse ya que reduce la temperatura usando la convección.

Por su parte, el minireactor Pylon de Ultra Safe Nuclear Corporation también nació para emplearse fuera de nuestro planeta, tanto en asentamientos humanos en la Luna o Marte como para propulsar satélites o motores espaciales. Su reactor compacto, explica la compañía, también usa TRISO como combustible y puede proporcionar entre 1,5MWe y 5MWe de potencia por un periodo de tres años. Aunque su diseño modular le permite conectarse a otros sistemas para ampliar la cantidad de energía producida según sea necesario.

Font, article de Omar Kardoudi per a "El Confidencial"