Representación artística del ELT
El proyecto del Observatorio Europeo Austral oteará el universo a partir del 2028, si todo va bien.
Estos 18 espejos, que completaron su travesía por todo el mundo a finales de diciembre, constituyen solo una fracción de las 798 piezas hexagonales que, eventualmente, se ensamblarán para crear un espejo de dimensiones colosales, con una amplitud de 128 pies. Este espejo, el más grande del mundo en la categoría de telescopios ópticos e infrarrojos, tiene la misión de comenzar a captar la luz procedente de mundos alienígenas, galaxias ancestrales y agujeros negros supermasivos en el año 2028, si todo se desarrolla según lo planeado.
La fabricación de un espejo de telescopio de aproximadamente unos 8 metros de ancho sigue siendo un proceso casi impracticable, incluso con las instalaciones modernas más avanzadas para trabajar con vidrio. La mayoría de los telescopios de gran tamaño del mundo cuentan con espejos principales que son conjuntos compuestos por múltiples espejos más pequeños, perfectamente alineados y montados en una estructura. Cada uno de los segmentos que conforman el espejo del ELT tiene dimensiones de alrededor de 1,4 metros de ancho y un grosor inferior a los 0,7 cm. La superficie del vidrio debe ser absolutamente lisa, y el margen de error es extraordinariamente pequeño, menor a una milésima del ancho de un cabello humano.
Marc Cayrel, gerente de proyecto de optomecánica para el ELT, señala (a través de Inverse): "Para alcanzar el rendimiento óptico necesario, los segmentos deben tener una precisión en sus formas que esté dentro de fracciones de la longitud de onda de la luz. La calidad superficial promedio requerida para los segmentos es de 15 nanómetros, mientras que el ancho de un cabello humano completo es de alrededor de 70,000 nanómetros".
El largo viaje de los segmentos del telescopio
Los segmentos del espejo realizaron un largo viaje desde una instalación de fabricación en Alemania, donde se fundió el vidrio, hasta otra instalación en Francia, donde se pulieron utilizando un haz microscópico de iones. Este proceso, conocido como figuración por haces de iones, se ha empleado en la fabricación de numerosos espejos de telescopios, incluyendo los del Observatorio Keck en Hawái y el Gran Telescopio Canarias en la isla de La Palma.
El principal desafío ha sido adaptar las técnicas y procesos existentes para permitir la producción en masa de los segmentos, con una tasa de aproximadamente uno por día después del período inicial de adaptación, según comenta Cayrel.
Cada lote de segmentos, comenzando con los primeros 18, emprende un largo viaje por mar desde Francia hasta Chile, seguido de un trayecto más breve en coche a través del Desierto de Atacama hasta su destino final en la cumbre del Cerro Armazones.
La protección de estos segmentos va más allá del uso habitual del papel de burbujas. Los espejos deben ser transportados en contenedores con control de temperatura, equipados con cojines de aire especiales. Cada segmento se almacena en una bolsa especial repleta de nitrógeno seco para prevenir la deformación de las finas láminas de vidrio debido a la humedad o la condensación, y se instalan amortiguadores de movimiento dentro del contenedor para resguardarlos de vibraciones, golpes y otros posibles impactos.
Según Cayrel, "a pesar de que se maximiza la protección de los segmentos, los contenedores marítimos utilizan rutas comerciales comunes y el riesgo de daño es normalmente muy bajo".
Misión: capturar el espacio lejano
Una vez en Chile, los segmentos del espejo aún deben recibir un recubrimiento extremadamente delgado de plata, de tan solo 150 nanómetros de espesor. El proceso de aplicación de la plata al vidrio meticulosamente pulido se lleva a cabo utilizando una técnica llamada pulverización por magnetrones, que implica aplicar una capa superdelgada y superlisa de plata sobre la superficie del espejo en un entorno de vacío.
Una vez que todos los segmentos estén recubiertos, los primeros 18 de ellos deberán esperar pacientemente hasta que se les unan sus 780 compañeros. Cuando finalmente se reúnan, los 798 hexágonos de vidrio y plata serán meticulosamente alineados para conformar el espejo principal del ELT. Este espejo capturará la luz proveniente de objetos distantes y la redirigirá hacia un espejo secundario, que a su vez la dirigirá hacia los instrumentos destinados a ayudar a los astrónomos a interpretar todas esas imágenes.
Font, article de Daniel Cáceres Garriga per "HuffPost"
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