miércoles, 9 de octubre de 2024

Esta es la manera de aparcar en Valencia única en España

 



La ciudad permite que se pueda dejar el coche con esta maniobra

Aunque Valencia es una ciudad en la que cada día más se circula en bicicleta, el patinete o el transporte público, lo cierto es que el vehículo privado sigue siendo el modo habitual de transporte de muchas personas.

El "cap i casal", junto con su área metropolitana, suma más de un millón y medio de habitantes. El número de desplazamientos en los servicios de transporte público del área metropolitana de Valencia registraron en el primer cuatrimestre de 2024 un crecimiento de un 20 por ciento respecto del año 2023.

El número de viajes que utilizan el transporte público del área metropolitana de Valencia (autobuses de la EMT, servicios de Metrovalencia, cercanías Renfe, servicios de autobús metropolitano y servicios de autobús urbano) ha pasado de 69 millones de desplazamientos en 2023 a los 82 millones en el mismo período de 2024.

El patinete se ha convertido para muchos en su modo de transporte. Para aumentar el control sobre ellos, la Policía Local de Valencia estrenó antes de verano un instrumento de medición que va a permitir sacar de la circulación todos aquellos patinetes eléctricos que excedan la velocidad y la potencia establecidas para este tipo de vehículos. Se trata del primer dinamómetro homologado y certificado capaz de imprimir de manera instantánea un informe técnico en el que se detalla la velocidad y la potencia del patinete, lo que va a permitir detectar los vehículos que superan los límites legales.

Aparcar a la valenciana

Para el que sigue usando el coche, lo cierto es que en Valencia se emplea una forma de aparcar impensable en la mayoría de ciudades de España. Se estaciona en doble fila sin el freno de mano puesto. De esta manera, el vehículo se puede desplazar si molesta. La diferencia con otras ciudades es que Valencia es completamente plana y el coche, pese a no tener el freno de mano, no se moverá.

No obstante, hay que estar atentos porque se trata de una práctica que está prohibida y que puede conllevar una multa de entre 200 y 400 euros, además de lo que cuesta sacar el coche del depósito de la grúa municipal.

Font, article en "La Razón"

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