jueves, 24 de octubre de 2024

En lugar de vender más coches eléctricos, Stellantis se prepara para fabricar menos coches de combustión

 

El grupo Stellantis tiene bajo su paraguas más de una decena de marcas

Si la demanda se mantiene en los niveles actuales, Stellantis recortará la producción de coches de combustión interna para poder cumplir con las normativas de emisiones de la UE.


A diferencia de otros grupos automovilísticos, Stellantis no es partidaria de posponer la prohibición de coches nuevos con motor de combustión que la Unión Europea tiene fijada para 2035. No sólo eso: Stellantis está dispuesto a recortar la producción de coches con motor de combustión a partir de este mismo año con el fin de evitar multas.

El director de operaciones de Stellantis para Europa, Jean-Philippe Imparato, dice que el grupo empezará a priorizar la fabricación de vehículos eléctricos sobre los vehículos con motor de combustión. Y lo empezarán a hacer este mismo año, a partir del próximo 1 de noviembre.

El grupo Stellantis se está preparando para reducir su producción de coches con motor de combustión interna de cara a 2025, con el objetivo de cumplir el límite de emisiones de la Unión Europea y evitar pagar multas millonarias, según ha expresado el jefe del grupo en Europa. "Mi primera tarea en la primera semana de noviembre es alinear la producción de vehículos vendidos en el primer trimestre de 2025", dijo Imparato.

Necesitan duplicar su cuota de eléctricos puros

Imparato dijo en una entrevista el pasado 14 de octubre, en el Salón del Automóvil de París, que Stellantis necesitará duplicar su cuota de vehículos eléctricos el próximo año hasta alcanzar el 24 por ciento de sus ventas para poder cumplir el objetivo de 2025.

Si la demanda de vehículos eléctricos se mantiene en los niveles actuales, la única manera de lograr el objetivo y evitar multas será reducir la producción de automóviles con motor de combustión interna, dijo Imparato. "Dado que sólo producimos vehículos cubiertos por un pedido de un cliente, fabricaremos los coches de combustión necesarios para mantener la proporción de vehículos eléctricos en el nivel requerido", señaló Imparato.

No todos los mercados son igual y, lógicamente, los objetivos varían en función del país. Por ejemplo, Imparato dijo que los concesionarios en España e Italia, donde los coches eléctricos suponen alrededor del 5 por ciento del mercado, no tendrán que vender un 20 por ciento de eléctricos de un año para otro. Sin embargo, en otras zonas como Países Bajos, tendrán que alcanzar el 50 por ciento. Para estimular las ventas de eléctricos, Stellantis creará un nuevo programa de incentivos, dijo Imparato, que recompensará a toda la cadena de distribución, desde los concesionarios hasta los jefes de zona.

Una potencial ventaja para Stellantis es la reciente incorporación en el grupo de Leapmotor, un fabricante de automóviles chino que comenzó a vender dos vehículos eléctricos asequibles en Europa. El Citroën ë-C3 eléctrico es otro eléctrico de corte económico que Stellantis lanzará en 2025 y que podría ayudar a aumentar las ventas de eléctricos.

Modificar las normativas podría empeorar la situación

Algunos fabricantes, entre ellos BMW y el Grupo Renault, han pedido cambios o retrasos en las normativas sobre los límites de CO2. Unas normativas que, para poder cumplirlas, obligan a los fabricantes a tener entre un 20 y un 25 por ciento de ventas de eléctricos, aproximadamente. Para ponerlo en contexto, la cuota de mercado de los eléctricos puros en toda la Unión Europa ronda el 13%.

Pese a todo, Stellantis no es partidario de retrasar o modificar las normativas. Su director ejecutivo, Carlos Tavares, dijo en el reciente Salón del Automóvil de París que Stellantis cumpliría los objetivos y que cualquier retraso en las normativas significaría que los fabricantes de automóviles europeos se quedarían con aún más desventaja respecto a las marcas chinas, tecnológicamente muy avanzadas en materia de vehículo eléctrico y baterías.

La normativa que entrará en vigor el 1 de enero establecerá un objetivo general de 95 gramos CO2 por kilómetro, por debajo del promedio de emisiones reales de 106,6 g/km en 2023, según los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Los fabricantes recibirán una multa de 95 euros por cada gramo de CO2 que excedan el límite marcado. Después, esos 95 euros por gramo se multiplican por cada coche vendido y se obtiene el importe total de la multa. El año pasado Stellantis vendió 2,7 millones de vehículos en Europa.

Según el director general de Renault, Luca de Meo, los fabricantes de automóviles podrían enfrentarse a multas de hasta 15.000 millones de euros. Los analistas del banco Barclays cifran las sanciones en más de 10.000 millones de euros.

Font, article de Diego Gutiérrez per a "Híbridos y eléctricos"

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