sábado, 26 de octubre de 2024

Estudio descubre que un grupo de seres humanos está evolucionando ahora mismo

 Un revolucionario estudio científico logró un importante descubrimiento al revelar las adaptaciones únicas que desarrollaron las comunidades del Tíbet


El aire enrarecido de las grandes alturas representa un desafío formidable para el cuerpo humano. A miles de metros sobre el nivel del mar, donde el oxígeno escasea, la mayoría de las personas experimenta malestares y dificultades para respirar. Sin embargo, las comunidades del Tíbet desafían esta realidad, según descubrió un estudio.

La investigación indicó que sus cuerpos se transformaron a lo largo de miles de años para prosperar en estas condiciones extremas. Este descubrimiento marca un hito en la comprensión de la adaptación humana.

Las claves del estudio en la altura

Un equipo de investigadores, liderado por la antropóloga Cynthia Beall, estudió a 417 mujeres nepalíes que viven por encima de los 3.500 metros de altura. Los resultados mostraron adaptaciones sorprendentes en su sistema circulatorio.

Las mujeres con mayor éxito reproductivo presentaron niveles intermedios de hemoglobina, la proteína responsable de transportar el oxígeno en la sangre. Esta característica, combinada con una alta saturación de oxígeno, permite que su sangre fluya con mayor facilidad mientras mantiene una excelente capacidad de oxigenación.

Los cambios en el corazón también resultaron fundamentales: el ventrículo izquierdo, la cámara que bombea la sangre oxigenada al resto del cuerpo, presenta dimensiones mayores a lo normal. Esta modificación, junto con un mayor flujo sanguíneo hacia los pulmones, garantiza que cada gota de oxígeno disponible llegue a los tejidos que lo necesitan.

Un ejemplo vivo de evolución

La investigación demostró que la ciencia puede observar la evolución en tiempo real. Las mujeres que presentaron características físicas mejor adaptadas a la altura tuvieron más probabilidades de dar a luz con éxito, con un promedio de 5,2 nacimientos por mujer. Este proceso ilustra cómo la selección natural continúa moldeando a los humanos en respuesta a las presiones ambientales.

El estudio del Tíbet representa un caso excepcional para entender los mecanismos de la adaptación humana. En estas regiones montañosas, donde el estrés por falta de oxígeno afecta por igual a todos los habitantes, las comunidades desarrollaron soluciones biológicas únicas. Sus cuerpos encontraron el equilibrio perfecto: maximizar el aprovechamiento del escaso oxígeno sin sobrecargar el sistema circulatorio.

Los factores culturales también juegan un papel en esta historia de supervivencia. Las mujeres que comenzaron a reproducirse más jóvenes y mantuvieron matrimonios prolongados tuvieron más oportunidades de tener hijos.

Sin embargo, las adaptaciones físicas resultaron cruciales: aquellas con características similares a las poblaciones de baja altitud mostraron mayor éxito reproductivo, un descubrimiento que abre nuevas perspectivas sobre la capacidad de adaptación del cuerpo humano.

Font, article de Francisco Pérez Osán per a "Diario UNO"


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