jueves, 24 de octubre de 2024

Europa quiere coches eléctricos, pero sigue gastando miles de millones en subvencionar los de combustión

 

Las políticas europeas chocan con la realidad de muchos países 

Mientras que las políticas continentales apuntan en una dirección, los principales países todavía gastan muchísimo dinero en subvencionar coches de combustión para empresas.


Es sabido por todo el mundo que Europa se ha propuesto ser la región del mundo más limpia y sostenible en lo que a movilidad se refiere. Bruselas ha tomado medidas muy drásticas al respecto, desde la aplicación de las diferentes normativas Euro que limitan las emisiones de los vehículos, hasta la más restrictiva política de negar la venta de coches de combustión a partir de 2035. Sin embargo, la realidad es bien diferente, tal y como detalla un nuevo informe encargado por Transport & Environment y publicado por Environmental Resources ManagementLos principales países del Viejo Continente siguen gastando miles de millones en subvencionar la combustión.

Por muy ilógico que esto suene, los datos no mienten. Desde las instituciones europeas instan a un cambio, obligatorio, en nuestra forma de movernos. Los coches eléctricos son el futuro de la movilidad, pero este 2024 se está demostrando que la adopción de vehículos movidos por baterías está siendo mucho más lenta de lo esperado. Las cifras encajan con las previsiones y muchos temen que Europa no sea capaz de cumplir con su propósito de 2035. Los conductores necesitan coches eléctricos de precio razonable y un ecosistema eléctrico que les permita normalizar su uso. Ambos problemas se solucionan con dinero.

Muchas ayudas para la combustión y pocas para la electrificación

En muchos países de la zona euro se aplican medidas de subvención. Ayudas públicas como el Plan MOVES III que tratan de incentivar la adopción de coches enchufables. Sin embargo, la adopción de esos formatos no siempre es cómoda o rápida. De hecho, en países como Alemania o Francia han reducido o eliminado por completo las prestaciones de ayuda. Por el contrario, tal y como reconoce el ya mencionado informe, los principales países de Europa siguen regando con miles de millones la subvención para vehículos de empresa de combustión. Un total sinsentido que pone de manifiesto que no hay una norma común o general.

Según Transport & Environment, el 60% de las ventas de coches nuevos en Europa las representan coches de empresa. Las empresas ofrecen automóviles como beneficios para sus empleados, a menudo con importantes subsidios en especie que incluyen impuestos compensatorios al consumidor y beneficios en el uso de combustible. Italia destina 16.000 millones de euros a subvenciones para coches de empresa que utilicen combustibles fósiles, seguida de Alemania, que aporta 13.700 millones de euros de sus arcas generales. Francia y Polonia cierran la lista de gasto con 6.400 y 6.100 millones de euros anuales, respectivamente.

Los conductores de coches de empresa reciben una desgravación fiscal media anual de 6.800 euros, que puede llegar hasta los 21.600 euros en el caso de los modelos más contaminantes de mayor tamaño. Los datos, además de demoledores, no pueden llegar en peor momento. Las ventas de coches eléctricos en Europa cayeron un 43,9% durante el pasado mes de agosto. En gran medida por las significativas caídas que sufrieron los dos mercados europeos principales, Alemania y Francia, que registraron una reducción del 68,8 y del 33,1%, respectivamente. Desde Bruselas quieren tomar las medidas necesarias para eliminar gradualmente los subsidios a los coches de combustión.

Font, article de Javier Gómara per a "Híbridos y eléctricos"

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