Los precios varían como si fueran entradas de un concierto. Los críticos hablan de tratar la ciudad como un museo
De la tasa de acceso quedan exentos también los niños menores de 14 años o personas con la tarjeta de discapacidad. La lista completa se puede consultar en detalle en la web Vènezia Unica. Además, algunas de estas excepciones deben acreditarse y exigen un registro. Para facilitar el control, desde el ayuntamiento indican que los visitantes deberán portar un código QR en sus teléfonos, y quienes no cumplan podrían enfrentarse a multas sustanciosas (no especificadas).
La primera vez salió bien. La nueva política no tendría sentido alguno si las pruebas anteriores no hubieran sido un éxito. En su fase inicial en 2024, el cobro de entrada generó 2.4 millones de euros en solo ocho días, una cifra que superó todas las expectativas del consistorio, aunque el coste de gestión y la campaña de comunicación del sistema alcanzaron los 3 millones de euros, poniendo en duda su rentabilidad total.
Por supuesto, también hay críticos de la medida, como el concejal Giovanni Andrea Martini, quienes argumentan que la tarifa convierte a Venecia en una especie de “museo” o “parque de atracciones” sin abordar adecuadamente el flujo masivo de turistas.
Mapas y callejeros. Lo contamos también con la primera prueba. Si tienes pensado visitar Venecia, ojo: importa el cuándo. E importa el dónde. La tasa de acceso se aplica en días concretos y en la conocida como Ciudad Antigua, en la que se aglutinan muchos de sus atractivos turísticos. Quedan excluidos aquellos visitantes que pasen por Piazzale Roma, Tronchetto o Stazione Marittima sin acceder al casco antiguo gravado con el peaje.
También aquellos que necesitan llegar al embarcadero de San Giobbe desde ciertos puntos, o los turistas que visiten las islas menores de la laguna. El mapa y el callejero detallado puede consultarse en la página de Vènzia Unica.
La Venecia que fue y ya no. Hace dos años, la población de su centro histórico, sin contar las islas más pequeñas de la laguna ni las zonas de tierra firme, se situaba ya por debajo de las 50.000 personas, lejos de las cifras que se manejaban en la década de 1970. Desde los 50, la isla principal habría perdido más de 120.000 vecinos. Mientras, su boom turístico ha hecho que cada año reciba cientos y cientos de miles de visitantes.
La BBC apuntaba que la ciudad recibe unos 30 millones cada año. Solo la isla principal de Venecia atrajo en 2022 a 3,2 millones de visitantes que pernoctaron allí, acota The Guardian. En los días más concurridos llegan a la ciudad unos 40.000. De hecho, la Unesco ha advertido sobre el impacto negativo del turismo masivo y el cambio climático en Venecia, sugiriendo que la ciudad podría añadirse a la lista de sitios de patrimonio mundial en peligro.
Además, desde 2021 se ha prohibido la entrada de grandes cruceros al centro histórico de Venecia debido a su impacto ambiental y a los daños que generan en los cimientos de la ciudad, un caldo de cultivo que no hace más que agravar el problema de las frecuentes inundaciones.
Font, article de Miguel Jorge per a "Xakata"
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