miércoles, 16 de octubre de 2024

El nuevo método de aterrizaje de emergencia de la cápsula Dragon de SpaceX que podría cambiarlo todo

 


La cápsula Dragon de SpaceX, utilizada principalmente con paracaídas para regresar a la Tierra, ahora tiene un método de aterrizaje alternativo en caso de emergencia. Este sistema de aterrizaje propulsivo, que había sido descartado por cuestiones de seguridad, está diseñado para entrar en acción si los paracaídas fallan, ofreciendo una alternativa segura y efectiva.

La cápsula Dragon de SpaceX cuenta con una nueva función de aterrizaje en caso de emergencia que promete hacer sus misiones aún más seguras. Descubre cómo este sistema de aterrizaje ha sido rediseñado para enfrentar cualquier imprevisto en las misiones espaciales y qué implicaciones tiene para el futuro de la exploración.

Un sistema de aterrizaje propulsivo de respaldo

La cápsula Dragon ha utilizado paracaídas para realizar amerizajes controlados en el océano durante años, regresando a ocho tripulaciones de la NASA de manera segura. Sin embargo, ahora cuenta con un sistema de aterrizaje propulsivo que se activará en caso de que los paracaídas fallen durante una reentrada a la Tierra. Este sistema emplea los ocho propulsores SuperDraco de la nave, originalmente diseñados para ser su método principal de aterrizaje, aunque posteriormente se optó por el uso de paracaídas debido a preocupaciones de seguridad.

El 27 de septiembre, durante la transmisión del lanzamiento de la misión Crew-9, los funcionarios de NASA confirmaron que en caso de una emergencia donde los paracaídas no se desplieguen, Dragon aterrizaría de manera controlada sobre una superficie sólida, utilizando estos propulsores. Esta capacidad estaba presente desde el diseño inicial de la cápsula, pero hasta ahora no había sido empleada en misiones tripuladas de NASA.

Cambio de planes: de propulsión a paracaídas

Cuando SpaceX comenzó el desarrollo de Dragon, la idea inicial era que el aterrizaje se realizara mediante los SuperDraco. Estos motores frenarían la cápsula durante su descenso, extendiendo sus patas de aterrizaje justo antes de tocar tierra. Sin embargo, NASA optó por los paracaídas, considerando que era una opción más segura y confiable. Una de las principales preocupaciones era la posibilidad de que los compartimentos de las patas retráctiles crearan puntos vulnerables que podrían calentarse peligrosamente durante la reentrada.

Además, el uso de paracaídas ya contaba con un historial comprobado en el aterrizaje de naves espaciales, lo que dio más confianza a la agencia espacial. Sin embargo, la opción del aterrizaje propulsivo ha permanecido como una medida de emergencia, que podría utilizarse si los sistemas primarios fallan.

Confianza renovada en SpaceX y en su tecnología

La confianza en SpaceX ha crecido significativamente en los últimos años, gracias a la fiabilidad del sistema Dragon para transportar astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional. De hecho, Dragon incluso ha ayudado a traer de vuelta astronautas que volaron con la nave Starliner de Boeing, que fue declarada incapaz de regresar de manera segura a su tripulación.

Con esta confianza renovada, SpaceX ha logrado que el sistema de aterrizaje propulsivo de Dragon esté disponible para situaciones de emergencia, asegurando que sus tripulaciones cuenten con una segunda línea de defensa si los paracaídas no funcionaran correctamente. Este avance representa un hito más en el camino hacia la mejora continua de la seguridad en las misiones espaciales tripuladas.

Font, article de Passant Rabie traducido por  en "Gizmodo en español" 

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