Hay peligro de que haya una burbuja especulativa entre los gestores de residuos, al sobrevalorar sus activos por el desarrollo de esta industria.
El sector está creciendo y la promoción de proyectos está cristalizando en proyectos reales y en inyección real", decía Javier Contreras, consejero delegado de Nortegas, en la Reunión Anual 2023 de Sedigas.
"Para que tengamos una idea de la situación actual y de las previsiones, en el último informe GTS de Enagás de mayo pasado, se contabilizaban 196 GWh en la red de transporte y distribución de gas".
Sin embargo, "con el potencial que existe actualmente en España, podríamos generar 163 TWh de biometano. Y esos cálculos nacen de todo el potencial que tendríamos de recoger todos los residuos que se generan en el país".
Pero "pensamos que el tamaño del mercado más razonable a España en 7-10 años es de unos 30-40 TWh, que si lo comparamos con 0,5 TWh inyectados a la red a día de hoy, no hay duda de que tenemos mucho trabajo por hacer.
Los residuos, un activo con valor
Y para ese objetivo tan ambicioso, se tiene que contar con un activo imprescindible: los residuos. "Hay gestores de vertederos que se creen que tienen una mina de oro", explica a este diario Miguel Mayrata, director de Diversificación de Negocios de Redexis.
"Es necesario lanzar una señal regulatoria a los gestores de residuos, y evitar dinámicas especulativas como ha ocurrido en otros mercados", puntualizaba en la mesa de debate de Sedigas.
Los residuos están comenzando a ser, para muchos propietarios de vertederos, un recurso con el que saben que pueden hacer dinero. "En el futuro habrá competencia por adquirir basura en determinadas zonas, por eso se debe regular e incentivar el proceso de gestión para cumplir con los objetivos de economía circular cuanto antes", explicaba Mayrata.
Y es que no hay duda de que "estamos viendo mucho movimiento en esta industria". De hecho, Redexis también está invirtiendo en plantas de biometano. "Tenemos aprobado un plan que contempla tener en operación 18 plantas para el año 2026, pero necesitamos acelerar las tramitaciones, que son competencia de las comunidades autónomas.
En el caso de Nortegas, proyecta cuatro plantas que sumarán 200 GWh hasta el año 2025 al menos. Dos ya están en proceso, la de Biólvegas (Soria), y la recientemente anunciada de Valencia de Don Juan (León).
La principal barrera, para el CEO de esta compañía, es que "la inversión en construir plantas de procesado de biometano para su posterior conexión a la red es alta y vamos a tardar muchos años en conseguir todos los TWh que ambicionamos como país".
Biometano por gas natural
"Tenemos una demanda del gas, que puede ser sustituido por biometano, con unas infraestructuras ya hechas", señalaba por su parte Ignacio Soneira, director general de Axpo Iberia, en el encuentro anual de Sedigas.
Sin embargo, "es importante evitar ciertas prácticas de las distribuidoras que puedan favorecer sus proyectos frente a terceros para la conexión a las redes gasistas".
Para José Simón, director general de Pavilion Energy Europa, "ninguna tecnología es perfecta, pero el biometano es el que más se acerca a serlo. En cuestión de seguridad de suministro, no hay ninguna duda de que la materia prima es autóctona, la tenemos aquí, a cero kilómetros del punto de consumo".
Está claro que como soporte a la economía circular es la solución cuasi perfecta. El elemento quizá más desafiante es la viabilidad económica. Sobre todo si lo comparo con el GNL que viene de EEUU (30 euros/MWh respecto al biometano 70-90 euros/MWh), pero no hay duda de que este es el futuro.
Locura por el biometano
En los últimos meses, fondos de inversión, empresas del sector energético, startups y entidades financieras han demostrado que el biogás es un negocio ya viable y realista.
A primeros de febrero, Goldman Sachs lanzaba Verdalia Bioenergy para invertir 1.000 millones en biometano. Poco después Macquarie Asset Management presentaba VORN Bioenergy, anteriormente BayWa r.e. Bioenergy GmbH, una plataforma europea especializada en biometano y respaldada por Green Investment Group (GIG).
Pero la lista es más larga. También en febrero, Redexis, compañía de infraestructuras energética, cerraba la compra del 70% de la Sociedad Energy Green Almazán, destinada a la explotación de una instalación de tratamiento de subproductos animales, además de concluir la construcción de su primer punto de inyección de biometano.
En marzo, Enagás Renovable y la valenciana Genia Bioenergy lanzaban una joint venture para crear The Green Vector (TGV), una plataforma para construir 10 plantas de producción de biometano con capacidad de 1 TWh de energía renovable cada año.
En abril, diversas asociaciones del sector energético, industrial y agroganadero se unieron en la Alianza del Biometano. Sedigas, ACOGEN, AEBIG, AOP, ASCER, ASAJA, COAG, Cooperativas Agro-alimentarias de España, FEIQUE, GasINDUSTRIAL y Gasnam-Neutral Transport son algunas de las integrantes.
Y en junio, el fondo Mapfre Energías Renovables II lanzaba un plan para captar hasta 100 millones de euros, en una primera fase, para destinarlos a la construcción y desarrollo de entre 20 y 25 plantas en España en un periodo de cinco años.
España ya está en el Top 5 de la inversión en biometano en Europa. Según un informe de la Asociación Europea de Biometano (EBA), nuestro país ya tiene comprometidos 948 millones, aunque necesita 83.000 millones de aquí a 2030 para alcanzar los objetivos propuestos.
Font, article de Laura Ojea per a "El Español"
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