lunes, 22 de julio de 2024

Un 'anillo' de temperaturas muy altas se extiende por mares y océanos del mundo en las latitudes de España

 

Ya hay zonas del Mediterráneo central por encima de los 30ºC. Estas anomalías se mantendrán y extenderán durante las próximas semanas

Las temperaturas del océano entre los paralelos 35º y 45º se han alejado aún más de los valores normales, siendo especialmente destacables las presentes en el mar de Japón, Atlántico Norte y Mediterráneo.


En las últimas semanas la temperatura de los océanos a escala global ha continuado manteniéndose por encima de cualquier otro registro. Sólo los valores registrados durante el verano y otoño de 2023, cuando los gráficos empezaron a desligarse totalmente de años anteriores, son comparables a los actuales. Sin embargo, a escalas más pequeñas sí pueden observarse algunos cambios relativamente recientes y que contrastan con el mapa de anomalías de meses anteriores.

Desde la pasada primavera, el fenómeno de El Niño en el Pacífico ha continuado debilitándose hasta desaparecer. En su lugar, una masa de agua fría en latitudes ecuatoriales del Pacífico oriental muestra indicios de una posible fase de La Niña más adelante, aún por determinar.

La reducción de anomalías cálidas en el agua del océano se ha notado a escala global y también está afectando al Atlántico en latitudes tropicales, sin embargo, los océanos continúan en su conjunto extraordinariamente cálidos, y es que, a diferencia de lo que sucede en el ecuador, en latitudes más altas se ha llegado a acentuar esa anomalía.

Actualmente, el Mediterráneo oriental es una de las regiones de latitudes medias con las temperaturas superficiales más alejadas de la media de esta época del año; las anomalías superan en promedio los 2,5ºC y localmente alcanzan los 5ºC en el mar Tirreno y el Adriático, siendo más suaves en el entorno de la Península Ibérica, donde "sólo" se mantienen entre 1 y 2ºC por encima de los valores normales.

Los mapas de anomalías de temperatura como este son útiles para situar las zonas más alejadas de sus valores normales. La situación del hemisferio norte en latitudes medias es extraordinaria

La situación podría agravarse en las próximas semanas

Durante los próximos días la situación a escala global muestra que las masas de aire más fresco en el hemisferio norte van a quedar aisladas en zonas continentales, especialmente de Asia y Norteamérica, mientras que los cinturones de altas presiones subtropicales se van a expandir y reforzar aún más.

Esto reducirá la evaporación, la circulación de masas de aire y el intercambio de calor entre atmósfera y océano en latitudes medias y altas, incrementando la temperatura del océano y aumentando las anomalías ya existentes. Por tanto, parece probable que a lo largo del verano esta situación tienda a agravarse aún más, siendo el Atlántico norte una zona particularmente afectada.

Las anomalías de temperatura previstas para el próximo miércoles muestran las únicas masas de aire frío restringidas a zonas continentales, predominando las anomalías cálidas en los océanos

El entorno de la Península Ibérica podría ser una de las regiones que más vea crecer esa anomalía por una razón: hasta ahora, las masas de aire fresco que nos han afectado durante el mes pasado, han facilitado la evaporación y el intercambio de calor con nuestros mares próximos. Esto ha dejado de suceder durante el presente mes de julio por lo que es de esperar que se registre un calentamiento más intenso en nuestra región, acoplándose al del resto del hemisferio.

¿Podría tener consecuencias en la Península Ibérica?

La presencia de unos mares especialmente cálidos a estas latitudes es generalizada y, por tanto, tendrá consecuencias en todo el hemisferio y no sólo en España. Ya hemos podido comprobar el potencial del Atlántico Norte al formarse hace unas semanas Beryl, el huracán de categoría 5 más temprano desde que existen registros. Pero realmente son otros los efectos que podrían condicionar el resto del verano y parte del otoño en latitudes medias al igual que ya sucedió durante el verano y otoño pasados.

Con unos mares más cálidos, el cinturón subtropical de altas presiones se dilata y permite que las masas de aire cálido subtropical lleguen con más facilidad a latitudes medias, también facilita un mayor contenido de humedad y energía en atmósferas convectivas incrementando la severidad de los episodios tormentosos. A escala más local, una consecuencia inmediata que apreciaremos en el entorno peninsular, especialmente en zonas costeras, es una mayor frecuencia de las noches tropicales.

Font, article de Víctor González per a "Tiempo.com"

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