La otra es OpenAI, apoyada por Microsoft y creadora de ChatGPT, la aplicación que ha popularizado la IA de forma masiva. Aunque ha reconocido que el éxito de este chatbot "fue una sorpresa para toda la industria", Hassabis ha reivindicado que muchas de las innovaciones que han impulsado al sector hasta donde está hoy "han salido de Google". Sin ir más lejos, la arquitectura 'transformer' que da vida a ChatGPT (la T de su nombre) fue propuesta en 2017 por investigadores de la compañía.
Durante años, Google desarrolló su IA en silencio, evitando su lanzamiento al gran público debido a los errores que aún cometía. Eso cambió a finales de 2022, cuando OpenAI abrió el acceso a ChatGPT, convirtiendo al chatbot en un éxito histórico y situando a la 'startup' liderada por Sam Altman al frente de la competición. Desde entonces, Google ha lanzado Gemini, una IA multimodal que permite generar texto, imágenes, audio y vídeo en base a las peticiones de los usuarios. La semana pasada, la compañía tuvo que suspender su función gráfica después que el sistema generase imágenes con "imprecisiones históricas", por ejemplo soldados nazis racializados. "No estaba funcionando de la manera que queríamos", ha explicado Hassabis.
Hitos científicos
La primera jornada del MWC ha permitido repasar la trayectoria del padre de Google DeepMind. "La IA es la misión de mi vida", ha explicado desde el recinto Gran Via de Fira de Barcelona, situado en L'Hospitalet de Llobregat. Considerado un chico prodigio del ajedrez, Hassabis tradujo su afición por este deporte en un interés aún mayor por los límites de la inteligencia. Sus avances en la investigación de redes neuronales captó la atención del gigante tecnológico estadounidense Alphabet, la matriz de Google, que en 2014 compró la empresa por unos 500 millones de dólares.
Dos años después, en 2016, el nombre de Google DeepMind dio la vuelta al mundo cuando desarrolló AlphaGo, un programa de ordenador que logró vencer por primera vez en la historia al campeón mundial de Go, un complejo juego de mesa muy popular en Asia basado en el cálculo y la estrategia. Ese hito se equiparó a Deep Blue, el superordenador de IBM que en 1997 logró ganar a Gary Kaspárov, el mejor jugador del mundo de ajedrez. "Probablemente, ese logro supuso el inicio del auge de la IA que vemos ahora", ha explicado.
Sin embargo, los logros de Google DeepMind van mucho más allá. Desde 2018 han desarrollado y mejorado AlphaFold, un programa de IA capaz de realizar predicciones precisas sobre la estructura genética de las proteínas. Sus descubrimientos han supuesto un salto exponencial para la investigación científica y para entender cómo funciona el cuerpo humano. "Conocer la estructura de una proteína te permite desarrollar fármacos que apunten únicamente a la parte afectada del enfermo y sean más óptimos", ha celebrado Hassabis. "Espero que AlphaFold reduzca el descubrimiento de medicamentos de 10 años a pocos meses".
Este modelo de IA también se está utilizando para predecir y anticiparse a cambios meteorológicos, así como para tratar de dar respuesta complejos problemas matemáticos. Más de un millón de investigadores ya se habrían servido de esta herramienta, según su creador.
Font, article de Carles Planas Bou per a "El Periódico"
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