Uno de los combustibles que está llamando más la atención en el último tiempo es el hidrógeno, el elemento más abundante de la Tierra. No obstante, no está solo, sino que puede aparecer combinado con agua o hidrocarburos como el gas natural.
Este último es la principal fuente del hidrógeno que se usa como combustible en la actualidad. Sin embargo, su proceso de creación genera contaminantes. El resto que hay sobre la mesa es la obtención del hidrógeno verde de la forma más limpia posible.
España halla la energía microscópica más buscada
Bajo estas circunstancias, un equipo del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València (UV), ha comenzado un proyecto para mostrarle al mundo la capacidad de unas baterías modificadas para producir hidrógeno a partir del agua del mar y residual.
Sostienen que puede hacerlo con la misma eficacia que hoy lo hacen otros procesos no contaminantes. El hidrógeno verde es uno de los puntos clave para la descarbonización global. Separa sus componentes (hidrógeno y oxígeno) a través de una corriente eléctrica generada por energía solar.
No obstante, de las 70 millones de toneladas de hidrógeno que se consumen, menos del 1% se consigue de esta manera. La mayoría del hidrógeno consumido hasta ahora es gris, o sea, que su producción se hace a partir del gas natural. Este tipo de H produce 830 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
Un grupo del CSIC comienza un ambicioso proyecto de hidrógeno
Tomando estos datos como referencia, el equipo de Biología Sintética De Novo del I2SysBio, liderado por el científico del CSIC Alfonso Jaramillo Rosales, acaba de comenzar un proyecto de investigación financiado con 4,2 millones de euros por el Consejo Europeo de Innovación (EIC) dentro del programa Pathfinder, que apoya la exploración de ideas osadas para alcanzar tecnologías nuevas.
La pretensión con esta propuesta es brindar una solución distinta de producción de hidrógeno verde al sector usando la fotosíntesis.
“La idea es diseñar nuevos genes en bacterias para transformar la energía solar en hidrógeno, algo que no sucede en la naturaleza”, explica Jaramillo, según recopila la web de CSIC.
Generar hidrógeno verde a partir de la fotosíntesis es posible
En la fotosíntesis natural, las plantas, las algas y algunas bacterias consiguen su energía mezclando agua y dióxido de carbono gracias a la luz solar. Es en esta fórmula en la que se genera oxígeno, que después es liberado a la atmósfera. También se producen carbohidratos (azúcares).
La naturaleza sola ha sido la que ha comenzado a producir hidrógeno en determinados tipos de algas (Chlamydomonas y Clostridium). Suscitan unas enzimas (hidrogenasas) capaces de combinar los protones y electrones para la generación de hidrógeno, pero hay un problema.
Así lo explica el investigador: “La producción se inhibe por la presencia del oxígeno producido en la fotosíntesis”. “Nuestra solución se basa en rediseñar los genes de la fotosíntesis en las bacterias fotosintéticas más estudiadas (Synechocystis) para que sean capaces de crear un entorno anaeróbico adecuado a la producción de hidrógeno con hidrogenasas de las algas”, comunica Jaramillo.
Y agrega: “Ello requiere tanto introducir los genes de hidrogenasas de las algas como modificar los genes existentes de la bacteria para minimizar los electrones se destinen al metabolismo. Además, a estas bacterias se les añaden genes que les permitirán tolerar el agua salada y residual, por lo que no utilizamos agua potable en el proceso”.
Este es el método más económico para producir hidrógeno verde
Sus investigadores desean que su tecnología sea capaz de igualar el coste de producir hidrógeno verde por el método actual de electrólisis de agua a través de paneles solares fotovoltaicos.
Todavía tienen tres años para conseguirlo, ya que el tiempo que se dio al proyecto era de cinco años y comenzó en 2022. Ostenta el respaldo de investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia), Oporto (Portugal) y del Consejo Nacional de la Investigación (CNR) de Florencia (Italia). Asimismo, participan empresas de Países Bajos y Nápoles, donde se fabricarán los biorreactores.
En definitiva, España busca hacer historia con esta esperada energía microscópica. Mientras tanto, siguen llegando noticias revolucionarias del hidrógeno, como el nuevo color de H descubierto en nuestro país.
Font, article en "ECOticias"
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