Viajar en trenes de lujo de principios del siglo pasado se ha convertido en tendencia entre los viajeros más adinerados
El icónico Orient Express ha resurgido como uno de los trayectos más lucrativos del sector
En ese contexto proliferaron los trenes de lujo que recorrían largos recorridos, proporcionando a sus millonarios ocupantes, las comodidades y atenciones propias de los grandes hoteles, pero con el aliciente de despertar cada día en una ciudad distinta.
Como la historia es cíclica y la concienciación del calentamiento global va en aumento, estos trenes de lujo se han vuelto a poner de moda entre los afortunados que pueden pagar los varios miles de euros que cuesta un billete a bordo de estas joyas del lujo más clásico.
Glaciar Express de Suiza
Dicen que en los viajes no importa tanto el destino como el trayecto en sí mismo, y sin duda es uno de los atractivos de un tren cuya promoción se encarga de señalar que es el expreso más lento del mundo. La experiencia del Glacier Express consiste en atravesar los Alpes suizos y disfrutar de unas vistas privilegiadas desde un tren de lujo diseñado para ello con grandes ventanales.
La ruta discurre entre las ciudades de St. Moritz y Zermatt separadas por poco más de 290 kilómetros de escarpada naturaleza en la que los Alpes son los protagonistas. El interior del tren está inspirado en los lujosos hoteles de montaña, y cuenta con una serie de servicios igualmente exclusivos. El billete básico parte de unos 180 euros, mientras que el paquete Excellence Class Classic que incluye un billete en primera clase con servicios de atención exclusiva. Cuesta unos 780 euros por persona según la temporada.
Blue Train de Sudáfrica
Twilight Mizukaze de Japón
También conocido como Twilight Express, recorre el oeste de Japón envuelto en un estilo Art déco de los años 20, al que se le ha dotado de las comodidades propias de nuestro tiempo. Cuenta con un vagón específico equipado con grandes ventanales diseñado para sentarse a contemplar el paisaje en su trayecto de unos 500 km entre las ciudades de Kioto y Shimonoseki con dos rutas alternativas.
A bordo, una legión de chefs, camareros y mayordomos se encargan de elaborar platos de alta cocina japonesa que los exclusivos clientes disfrutan mientras suena música en vivo. El precio de los billetes oscila entre los 2.800 y los 5.500 euros y solo pueden comprarse desde japón. Su aforo es de solo 34 pasajeros, por lo que es habitual encontrarse colgado el cartel de completo durante varios meses.
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