sábado, 9 de marzo de 2024

La predicción de un prestigioso científico sobre el futuro se está haciendo realidad: "Nos deslizamos hacía...

 


En 1995, Carl Sagan esbozó una visión de cómo sería la sociedad estadounidense en el siglo XXI.

Carl Sagan fue un astrónomo, astrofísico, astrobiólogo y divulgador científico que adquirió notoriedad por su premiada serie documental de televisión "Cosmos" emitida en 1980.

Fue defensor del pensamiento escéptico y del método científico, pionero de la exobiología y promotor de la búsqueda de inteligencia extraterrestre.

En el libro El mundo y sus demonios (1995), indicó que la ciencia es la mejor herramienta que existe para luchar contra los peores vicios que tenemos como humano, nuestros llamados "demonios".

Asimismo, advirtió que, si no combatimos esos "demonios", la gente tendrá menos capacidad para tomar decisiones y se debilitará el pensamiento crítico.

Más de 30 después de su publicación, sus seguidores indican que esta predicción ya se está cumpliendo en Estados Unidos.

La profecía de Carl Sagan que anticipó cómo sería el futuro de la civilización


En 1995, Carl Sagan expresó una profunda preocupación por el futuro de la humanidad:

En su libro escribió: "Tengo el presentimiento de una América en la época de mis hijos o nietos, cuando Estados Unidos sea una economía de servicios y de la información; cuando casi todas las industrias manufactureras clave se hayan ido a otros países; cuando los impresionantes poderes tecnológicos estén en manos de unos pocos, y nadie que represente el interés público pueda siquiera entender los problemas; cuando la gente ha perdido la capacidad de establecer sus propias agendas o de cuestionar con conocimiento de causa a los que tienen autoridad; cuando, aferrados a nuestros cristales y consultando nerviosamente nuestros horóscopos, nuestras facultades críticas en declive, incapaces de distinguir entre lo que se siente bien y lo que es verdad, nos deslizamos, casi sin darnos cuenta, de nuevo hacia la superstición y la oscuridad".

Las herramientas de Carl Sagan para combatir la desinformación en la era digital


De acuerdo con Carl Sagan, los "demonios" del siglo XX-XXI se pueden combatir con herramientas cognitivas que fortalezcan el sentido común y nuestra capacidad para detectar falsedades.

De esta manera, compartió estrategias para luchar contra la desinformación y la manipulación:

  • Siempre que sea posible tiene que haber una confirmación independiente de los "hechos".
  • Alentar el debate sobre la prueba por parte de defensores con conocimientos de todos los puntos de vista.
  • Los argumentos de la autoridad tienen poco peso: las "autoridades" han cometido errores en el pasado. En la ciencia no hay autoridades; como máximo, hay expertos.
  • Baraje más de una hipótesis. Si hay algo que se debe explicar, piense en todas las diferentes maneras en que podría explicarse.
  • Intente no comprometerse en exceso con una hipótesis porque es la suya.
  • Cuantifique. Si lo que explica, sea lo que sea, tiene alguna medida, alguna cantidad numérica relacionada, será mucho más capaz de discriminar entre hipótesis en competencia.
  • Si hay una cadena de argumentación, deben funcionar todos los eslabones de la cadena (incluyendo la premisa), no sólo la mayoría.
  • Pregúntese siempre si la hipótesis puede ser falsificada. Las proposiciones que no pueden comprobarse ni demostrarse falsas, no valen mucho.

¿Quién fue Carl Sagan?


Carl Edward Sagan fue un destacado astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico estadounidense. Durante su carrera, ocupó importantes cargos en la Universidad de Harvard y la Universidad de Cornell.

Gran defensor del pensamiento escéptico y del método científico, se destacó como pionero de la exobiología y promovió la búsqueda de inteligencia extraterrestre a través del proyecto SETI.

Uno de sus logros más notables fue el programa de televisión Cosmos: Un viaje personal, que se emitió en 1980 y se convirtió en la serie más vista de la televisión pública de Estados Unidos. 

Escribió numerosos artículos científicos y libros de divulgación. Además, ganó el premio Pulitzer en la categoría de "Literatura general de no ficción" por su obra Los dragones del Edén en 1978.

Tras luchar contra la mielodisplasia, falleció a los 62 años debido a una neumonía en el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle el 20 de diciembre de 1996.

Font, article en "El Cronista"

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