Caminar es una de las mejores actividades para el cuerpo y la mente.
El reciente estudio muestra que Einstein, Darwin, Dickens y hasta Picasso comparten esta misma actividad que explica cómo se volvieron genios.
El hábito muy común pero efectivo que tienen los grandes genios de la humanidad
Una de las prácticas comunes entre genios era caminar diariamente. Aristóteles, por ejemplo, realizo sus investigaciones filosóficas mientras paseaba por su jardín, Darwin interrumpía sus jornadas con tres paseos diarios, y Dickens concebía el "Cuento de Navidad" caminando 24 kilómetros al día por las calles de Londres. Este hábito de caminar no solo les proporcionaba ejercicio físico, sino que también estimulaba su creatividad y facilitaba la generación de ideas.
De acuerdo a la investigación, el caminar permite despejar la mente y activa los neurotransmisores que reducen las inhibiciones y mejoran la memoria, lo que a su vez facilita el pensamiento divergente y la creatividad.
Incluso conviene tener en cuenta cosas como la velocidad a la que se camina, ya que un ritmo más rápido puede cambiar el enfoque de la mente de relajado a enfocado, lo que puede obstaculizar la creatividad. Por último, recomienda llevar siempre un lápiz y papel para capturar las ideas que puedan surgir durante el paseo, de la misma manera que lo hacía Einstein.
Muchos de los genios mundiales consideran a las caminatas como una práctica que estimula su creatividad y facilita la generación de ideas. Cualquier persona puede incorporar el hábito de caminar y así poder sacar provecho de las diferentes mejoras que ofrece, como mejorar las funciones cognitivas y potenciar la creatividad.
Font, article en "El Cronista"
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