lunes, 6 de noviembre de 2023

Es un avión preparado para volar en el espacio y es posible gracias a su recubrimiento de cerámica

 


La compañía Sierra Space quiere cambiar el paradigma de transporte entre la Tierra y el espacio.

Sierra Space tiene un ambicioso objetivo: ser la compañía que construya el primer avión espacial comercial con alas. Y va por muy camino por el momento. Gracias a su asociación con la NASA, y tras años de investigación, parecen estar dispuestos para transportar tripulación y carga a la órbita terrestre baja, donde muchos de los satélites nos ayudan a entender mejor el espacio y la Tierra.

Décadas de trabajo están reflejadas en el Dream Chaser

Tal y como puedes ver en la imagen que acompaña la publicación que te mostramos bajo estas líneas, el Cazador de Sueños ya empieza a tomar su forma final. Esta aeronave espacial, que ya está recibiendo el recubrimiento cerámico que le permitirá afrontar el ascenso al espacio exterior, ya tiene casi instalado el sistema de control ambiental, así como casi toda su estructura.

En un primer momento, la labor de esta aeronave será el transporte de mercancías, siendo lanzada con un cohete convencional, pudiendo maniobrar en la órbita baja como un satélite y con la capacidad de poder aterrizar como un avión.

La nave Dream Chaser combina elementos de un avión y de una nave espacial, similares a los que podemos encontrar en algunos de los ingenios diseñados por Virgin Galactic. Y su apuesta es tan ambiciosa que pretende ser el primer avión espacial comercial capaz de realizar vuelos orbitales. Estamos hablando de una nave de 9 metros de longitud, 7 metros de envergadura y con una capacidad de carga de 5.500 kilogramos.

Además, tal y como suceden con los modernos cohetes de SpaceX, la Dream Chaser está capacitada para ser utilizada hasta en 15 vuelos, aunque el módulo de cargamento no sería reutilizable.

El primer destino de esta nave será en la Tierra, dado que será enviada a la Neil Armstrong Test Facility de la NASA para empezar a realizar pruebas internas y externas, que podrían demorarse de uno a tres meses. Entre estas pruebas, destacan la preparación de la nave en el vacío, además de la puesta a punto en condiciones extremas, tanto con temperaturas muy bajas como muy altas.

El siguiente objetivo será conseguir que la nave alcance la órbita baja y esto podría suceder en abril del próximo año, desde el conocido Kennedy Space Center. Después de diversas pruebas en órbita, el destino de la Dream Chaser será aproximarse a la EEI. La NASA quiere asegurarse que la nave es capaz de gestionar situaciones de emergencia para después ubicarse en la parte inferior de la estación y regresar a la Tierra 45 días después. No será una misión fácil, pero la exploración espacial está repleta de retos a superar.

Font, article de Roberto Cantero per a "Mundo deportivo"


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