La tecnología de conducción autónoma todavía tiene mucho recorrido por delante para llegar a ser una absoluta realidad. Estados Unidos ha sido pionera en este sentido, al permitir algunos de sus estados, como California, las primeras pruebas reales en carretera abierta.
En Europa las cosas van a otro ritmo, sobre todo porque faltan muchos flecos por definirse. Por un lado, la tecnología todavía está verde, en fase de desarrollo; por el otro, hay muchas dudas desde el punto de vista legal. Una de las grandes cuestiones es, ¿quién sería responsable en caso de accidente, el conductor o la empresa que ha desarrollado la tecnología?
En los casos que hemos conocido en los últimos años en Estados Unidos (el primero sucedió en 2017) y que implicaba a vehículos de Uber y Tesla, los conductores fueron declarados culpables. Sin embargo, Reino Unido podría sentar un importante precedente muy pronto con el Proyecto de Ley de Vehículos Autónomos que ha anunciado el mismísimo Rey Carlos.
Reino Unido responsabilizará a los fabicantes de coches autónomos
Carlos III fue el encargado de anunciar este proyecto de ley durante la presentación de la agenda legislativa para la próxima sesión parlamentaria. En realidad, el Gobierno británico lleva más de un año prometiendo dicha ley, pero ahora parece que tiene más visos de salir adelante.
El Reino Unido tiene claro el camino que quiere seguir: la futura ley que regulará la tecnología de conducción autónoma hará responsable a los fabricantes en caso de accidente con coches autónomos, y no a los conductores.
El gobierno británico pretende crear un marco para el desarrollo de estos vehículos y delinear responsabilidades: «Mis ministros introducirán nuevos marcos legales para respaldar el desarrollo comercial seguro de industrias emergentes como la de los vehículos autónomos», dijo Carlos III.
En el pasado más cercano, aseguradoras y start-ups venían advirtiendo al gobierno del Reino Unido la posibilidad de perder millones de libras en inversiones a menos que saliesen adelante leyes que regulasen la tecnología de los vehículos eléctricos antes de las próximas elecciones generales, previstas para el 2024.
Tara Foley, directora de operaciones de la aseguradora global AXA para el Reino Unido e Irlanda, asegura que esta ley «aportará múltiples beneficios para la economía del país, la seguridad vial y empleos verdes. Para las aseguradoras proporciona una claridad crucial para establecer la responsabilidad de los vehículos autónomos».
La nueva ley que pretende sacar adelante el gobierno británico puede sentar un importante precedente para este tipo de tecnología: además de esclarecer responsabilidades, establecerá también el umbral de lo que será clasificado como vehículo autónomo y luchará contra el marketing engañoso.
¿Un mensaje directo para Tesla? Recordemos que la marca norteamericana comercializa su sistema Autopilot como un sistema con capacidad de «conducción autónoma total», cuando en realidad consta de asistentes de ayuda a la conducción de nivel 2 (sobre 5) de acuerdo al estándar SAE.
«La nueva legislación para vehículos autónomos nos da la confianza para seguir invirtiendo en I+D y haciendo crecer nuestra base de talento aquí en el Reino Unido», asegura Alex Kendall, director ejecutivo de la start-up Wayve, que ya ha recaudado unos 260 millones de dólares en inversores, entre ellos Microsoft, para el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma.
«Esta tecnología es inevitable. Esta es una oportunidad fantástica para salir al frente y crear marcos para generar confianza pública», remata Paul Newman, fundador de la firma de software Oxa.
Font, article de Adrián Lois per a "Foro coches eléctricos"
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