martes, 2 de julio de 2024

Japón quiere construir algo en el espacio, no es una estación espacial, sino una extraña torre

 

Imagen promocional del ascensor espacial ideado por una empresa japonesa

El extraño concepto parece una idea bizarra, pero que sus responsables afirman que es posible llevar a cabo

Hay quien dice que se puede llegar a la Luna doblando un papel, aunque si de exploración espacial se trata, lo más habitual es confiar en cohetes para el lanzamiento de astronautas y cargamento. Existen numerosos satélites orbitando la Tierra y, quizás, dentro de unas cuantas décadas también podamos hablar de una estructura que sería la puerta de entrada de una nueva generación de transporte hacia las estrellas. Es ciencia ficción por el momento, pero una idea extraordinaria.

Al espacio sin cohetes, pero con ascensores

La compañía Obayashi Corporation cree que los viajes fuera de la Tierra no tienen por qué estar limitados por gigantescos cohetes y altos costes. Existe un tipo de estructura que no es nueva en la mente de los más innovadores ingenieros, pero que aún no parece ser posible con nuestros conocimientos. O quizás sí. Y no lo decimos nosotros, sino la empresa japonesa que nos invita a conocer su proyecto de ascensor espacial.

La idea es tan sencilla de entender como prácticamente imposible de llevar a cabo en nuestra era: idear un ascensor espacial que conecte la superficie de la Tierra con una estación espacial en nuestra órbita y que sirva como base de futuros ascensores que nos conecten con otros objetos celestes del Sistema Solar, como podría ser la Luna o Marte.

       Imagen del puerto desde el que se ascendería al espacio

La empresa asegura que el 'concepto ha sido considerado posible desde un punto de vista de construcción y ahora está en el proceso de estar siendo desarrollado'. Todo comenzaría con un puerto ubicado en el mar, desde donde el ascensor se elevaría a la órbita de la Tierra. Este puerto flotaría en el ecuador del planeta y estaría conectado con la costa a través de un túnel submarino de 10 kilómetros de longitud.

Este puerto no sólo sería la puerta de entrada y salida del transporte a través del ascensor espacial, sino que serviría de punto de anclaje del cable que se uniría con la estación espacial en órbita. Ésta se ubicaría una órbita geoestacionaria, a 36.000 kilómetros de altura, y sería una estación modular vertical capaz de ampliarse en un futuro y de ser sustentada a través de la energía solar recopilada por paneles ubicados en sus proximidades.

Recreación del puerto que serviría como base del ascensor espacial de Obayashi Corporation

Dicho sistema de generación de potencia solar, además, podría enviar a la Tierra la energía sobrante. Al final del cable, más allá de la estación y a 96.000 kilómetros de la Tierra, se encontraría un contrapeso que también haría las veces de Puerta de Exploración del Sistema Solar, permitiendo enviar naves para la 'extracción de recursos de otros planetas y otras partes del Sistema Solar, como Júpiter y los asteroides'.

Por el momento, este concepto suena extremadamente bien, pero es evidente que tiene muchos puntos por resolver antes de poder plantearse el inicio de una construcción, que sería la obra más grande jamás creada por nuestra especie. Para finalizar esta presentación del ascensor espacial, desvelamos cuáles creemos que serían los principales obstáculos para su creación:

  • Si el cable se quiere fabricar en acero inoxidable, no existe tanto acero inoxidable en nuestro planeta, según el artículo publicado por Christian Johnson en la página web de la organización Journal of Science Policy & Governance.
  • En lugar de acero inoxidable, se pueden explotar otros materiales, como, por ejemplo, los nanotubos de carbono. En este caso, el problema vendría en su fabricación, ya que el nanotubo de carbono más largo que se ha creado ha sido únicamente de 60 centímetros.
  • Tendríamos que plantearnos la creación de un nuevo material, algo que llevaría años o décadas de investigación.
  • El cable tendría que luchar contra los elementos para no romperse por la tensión que tendría que soportar.

La compañía japonesa asegura que está teniendo en cuenta todos estos problemas y que en 2025 podría comenzar la construcción de un coloso proyecto que estaría valorado en 100.000 millones de dólares. En el horizonte, allá por 2050, se encontraría la fecha de estreno de un ascensor espacial que, por el momento, es más ficción que ciencia.

Font, article de Roberto Cantero per a "Mundo deportivo"


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