Las restricciones de algunos países a las exportaciones de impresoras avanzadas de chips han motivado que China responda a su vez limitando las exportaciones de dos metales, galio y germanio, que son vitales para la fabricación de semiconductores.
La industria de los microchips se enfrenta a un verano caliente: la disputa entre China y los gobiernos occidentales por las cadenas de suministros de esos componentes vitales para la producción y los servicios de alta tecnología.
Font, extracte de l'article de "El observador"
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