sábado, 19 de agosto de 2023

Investigadores escoceses ponen en marcha un proyecto para extraer metales raros de las turbinas eólicas

 


Los investigadores desarrollan una técnica para recuperar materiales de los aerogeneradores desmantelados.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo están desarrollando una técnica para extraer elementos raros de metales de aleación de desecho, incluidas las turbinas eólicas desmanteladas.

Cuando se combinan con el acero, los metales raros como el niobio, el tantalio y el renio son fundamentales para la resistencia y estabilidad de la maquinaria de alto impacto. Sin embargo, suelen extraerse en el extranjero con métodos perjudiciales para el medio ambiente.

El proyecto, financiado por el Centro de Innovación en Biotecnología Industrial (IBioIC), pretende recuperar los metales raros al final del ciclo de vida de la maquinaria, incluidas muchas de las turbinas eólicas más antiguas de Escocia. De este modo, los fabricantes podrían reutilizarlos para crear nuevas aleaciones metálicas en lugar de depender de la importación de materiales extraídos.

En la actualidad, no existe ninguna opción para extraer estos metales raros en el Reino Unido, y las empresas tienen que enviar los residuos a una de las únicas instalaciones existentes en Canadá para su procesamiento.

A partir de materiales de desecho suministrados por Advanced Alloy Services -un fabricante de aleaciones y metales de alta temperatura con sede en Sheffield para sectores como el aeroespacial, el del petróleo y el gas y el de las energías renovables-, el consorcio ha desarrollado el proceso para extraer los recursos de forma sostenible.

Tras tratar inicialmente los materiales de aleación mediante una combinación de productos químicos de origen biológico para separar los distintos compuestos, el sistema DRAM pionero de SEM actúa como filtro para garantizar que los líquidos residuales resultantes sean seguros para su eliminación, explican los investigadores.

La tecnología DRAM, que utiliza coproductos de la destilación del whisky de malta, se desarrolló por primera vez para extraer de forma segura metales valiosos de residuos electrónicos.

Leigh Cassidy, científico jefe de SEM, explica: “Metales como el niobio, el tantalio y el renio son esenciales para la integridad de los componentes basados en el acero que se utilizan habitualmente en los aerogeneradores y otros motores de alta temperatura, pero la mayoría de las reservas se siguen extrayendo de la tierra. Mientras tanto, tenemos infraestructuras envejecidas que llegan al final de su ciclo de vida y cantidades sustanciales de estos metales raros que podrían reutilizarse.

Ya hemos trabajado con la Universidad de Edimburgo en métodos de extracción segura de metales de residuos electrónicos y vimos la oportunidad de explorar una técnica similar para separar los distintos metales de las aleaciones. Si se utiliza a gran escala, este tipo de proceso podría ser un gran impulso para la fabricación del Reino Unido y desbloquear una nueva cadena de suministro sostenible y circular en la que los metales raros se recuperen de las aleaciones existentes”, añadió.

Liz Fletcher, directora de Compromiso Empresarial del IBioIC, añadió: “SEM es un gran ejemplo de empresa que adopta un proceso de base biológica y lo aplica a múltiples sectores para ayudar a las empresas a alcanzar sus objetivos medioambientales. Uniendo fuerzas con expertos académicos, SEM ha desarrollado procesos potencialmente revolucionarios para el tratamiento sostenible de diversos tipos de residuos. El reciclaje a escala industrial será clave para alcanzar el cero neto, al tiempo que se reduce la huella de carbono y el daño medioambiental asociado a las materias primas importadas”.

Font, article de José A. Roca per a "El periódico de la energía"


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