La afluencia de miles de clientes colapsa la apertura de Brico Depôt en Alzira .
Sabrina tenía turno de noche y, nada más acabar de trabajar, se fue a la nueva tienda de Brico Depôt en busca de una campana decorativa que había visto en el catálogo. Esta vecina de Sueca llegó sobre la 6,15 horas casi a la vez que otro joven y empezaron a formar una cola delante de la puerta principal que apenas tres horas después, cuando por megafonía se iniciaba la cuenta atrás que derivó en la apertura, se perdía por el aparcamiento al dar la vuelta por detrás de un túnel de lavado. Al otro extremo de la tienda se reproducía otra larguísima cola de clientes dispuestos a cazar alguna de las gangas de la promoción inaugural con unidades contadas..
Mientras los primeros clientes aguardaban impacientes en la calle la apertura, en el interior, los trabajadores de Brico Depôt Alzira, formaban un pasillo para darles la bienvenida, aunque la avalancha de público pronto aparcó los formalismos en una jornada que se presumía maratoniana ya que arrancó a las nueve de la mañana y estaba previsto que se cerrara en la medianoche. Los integrantes del dispositivo de seguridad trataban de regular una entrada ordenada de una cola que, al menos en la primera hora, parecía interminable. La empresa no facilitó datos de afluencia, aunque algunas fuentes indicaron que había realizado una previsión de unas 18.000 personas y nadie duda de que fueron miles las que desfilaron por la tienda.
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