Se lleva mucho tiempo hablando de las pensiones y de lo bajas que son éstas en nuestro país.
Puedo confirmarlo pues después de trabajar como autónomo más de treinta años y a mis 58 años jubilado por enfermedad, soy uno de los tantos españoles mileuristas.
Pero es que mi mujer, empleada por cuenta ajena y tras ser despedida improcedentemente por enfermar de fibromialgia y degeneración de la columna con 48 años, cobra un poco más de la mitad que yo y después de pleitear contra el INSS para que le reconociera una incapacidad parcial, la denominada "total", en la que cobras un 55% de tu base de cotización pues se supone que pueden trabajar en algo no relacionado con el trabajo que desempeñabas y para el cual te han declarado incapacitada.
Lo que no tiene en cuenta el INSS es que a esa edad nadie te contrata aunque tengas una titulación de FP superior de administrativa y un montón de cursillos del Labora de todo tipo.
Total, que te encuentras con, como la mayoría de españoles, una hipoteca de tu casa que al bajar tus ingresos te ahoga, y unos hijos aún estudiando por lo que te ves impelido a vender la herencia de los dos para poder cancelar aquella y no quedarte debajo de un puente. Y aún gracias que este año se han aumentado las pensiones de acuerdo al IPC pues antes no era ni mileurista.
En definitiva, una injusticia que además de que tengas mala salud la administración te castigue con unas pensiones irrisorias, menos mal que ahora no te hacen pagar un tanto por cien de las numerosas y caras medicinas que tienes que tomar para hacer más llevadera tu enfermedad o simplemente no morirte.
Se habla de que la pensión mínima contributiva sea de un 60% del sueldo medio de los españoles, o sea, unos 1200€, lo que seguirá siendo una miseria y más con la inflación bárbara de la cesta de la compra, pero menos da una piedra.
ENRIC
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