jueves, 13 de abril de 2023

LA BELLEZA

Muchas veces nos sentimos atraídos por personajes famosos a los que no conocemos y a los que si conociéramos mejor posiblemente nos atrajeran aun mas, o tal vez esto hiciera que se nos cayera un mito.

Lo mismo ocurre con personas de nuestro entorno cotidiano a las que tampoco hemos tratado personalmente.

Por contra hay personas físicamente atractivas a las que sí conocemos más o menos a fondo, con lo de a fondo, me refiero a una persona con la que convives o has convivido. 

Pero reconozco que también existen personas con poco atractivo físico, pero que sí te atraen de forma intelectual. A fondo sólo conoces pienso a una persona cuando convives con ella, e incluso hay personas muy poco atractivas físicamente pero que sí lo son como persona.

Ello no quiere decir que por ellas dejarías a tu pareja actual si es que la tienes, pues no hay que confundir atracción con amor, este sólo llega a mi parecer, cuando convives con una persona.

¿Existen los flechazos? Soy un escéptico en cuanto a este tema, pienso que sí en cuanto una atracción física pero soy más escéptico en cuanto al amor por lo señalado anteriormente.

Pero parece ser que sí existe, según vemos, en algunos casos.

En lo que sí que creo a pies juntillas es en que en este inmenso planeta nadie tiene a una persona asignada para enamorarse de ella y convivir con ella. Con casi 8.000 millones de habitantes en el planeta Tierra estoy convencido de que existen cientos de personas a las que si conociéramos, podrían ser nuestra pareja de por vida.

En conclusión, la belleza no está en lo exterior, aunque ayude, si no en el interior de las personas, y eso sólo se conoce cuando convives con ella a diario, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, como te dicen cuando te casas por la iglesia católica.

A mí personalmente me ha pasado después de treinta años de conocer a mi pareja. 

Tras el enamoramiento inicial de cuando te conoces y empiezas a convivir, pasó por una situación de impas en la que seguía enamorado de ella, pero de una forma serena, y a volver a reenamorarme de ella después de una muy larga y penosa situación, y ver cómo me respondía (en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza...) 

Estoy casi seguro, y digo casi seguro, porque pienso que afirmar que una cosa es segura es muy arriesgado, salvo que todos más pronto o más tarde vamos a morir, que va a ser mi pareja si ella quiere hasta que la muerte nos separe.

¿Qué opináis?

ENRIC

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