La Real Academia Española ha publicado un artículo resolviendo una de las preguntas más recurrentes
¿Es correcto decir "voy a por agua" o debería decirse "voy por agua"?
En España, es habitual emplear construcciones como "voy a por el pan", "salgo a por el coche" o "sube a por los abrigos". Esta secuencia, formada por las preposiciones a y por, se utiliza tras verbos que indican movimiento -como ir, venir, salir o volver- con el significado de "en busca de". En cambio, en la mayoría de los países de América Latina, esta construcción se percibe como extraña o incluso incorrecta, y se prefiere el uso exclusivo de por: "voy por el pan", "salgo por el coche", "sube por los abrigos".
Al respecto, la RAE ha señalado que ambas formas son válidas, aunque su uso varía según la región. No hay motivos lingüísticos para rechazar "a por", ya que está documentado desde los siglos XVI y XVII y proviene del cruce natural entre las estructuras, ir a un lugar e ir por algo. Además, en algunos casos ayuda a evitar ambigüedades. Por ejemplo, la frase "voy por mi hijo" puede interpretarse de múltiples maneras, mientras que "voy a por mi hijo" solo puede entenderse como "voy a buscarlo". Con este respaldo académico, como indican, los hablantes pueden estar tranquilos: decir "a por" no solo es correcto, sino también útil.
Font, article de Carmen Oporto per a "La Razón"
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