lunes, 21 de abril de 2025

El desierto que deja de ser desierto y se convierte en un valle verde: ¿qué está pasando?

 


Durante más de dos décadas, uno de los desiertos más áridos del planeta ha comenzado a transformarse en un paisaje inesperadamente fértil. Lo que parecía imposible, ahora es estudiado desde el espacio por científicos intrigados por una combinación de factores naturales y humanos.
Mientras muchos desiertos del planeta se enfrentan al avance implacable de la desertificación, una región en particular está viviendo un fenómeno contrario. El desierto de Thar, entre India y Pakistán, se está volviendo cada vez más verde. Esta transformación sorprendente ha captado la atención de la comunidad científica internacional, que ahora busca entender por qué este cambio sin precedentes está ocurriendo justo aquí.

Un desierto que florece mientras el mundo se seca

En un mundo en el que los desiertos tienden a expandirse, el de Thar está tomando un camino inverso. Imágenes satelitales captadas entre 2001 y 2023 revelaron que la vegetación en esta región aumentó un 38%. Es un cambio radical que ha convertido extensas zonas de terreno seco en áreas verdes y cultivables.

Una de las causas fundamentales de esta transformación es el aumento del 64% en las lluvias durante la temporada de monzones. Estos datos, publicados en la revista Cell Reports Sustainability, señalan al desierto de Thar como una excepción notable en comparación con otras regiones áridas del planeta, donde las sequías son cada vez más prolongadas y severas.

Además de las lluvias, la presencia humana ha tenido un impacto determinante. Vimal Mishra, ingeniero del Instituto Indio de Tecnología Gandhinagar y coautor del estudio, indicó que la disponibilidad de agua y energía ha favorecido tanto la urbanización como la expansión de la agricultura intensiva. Este fenómeno ha traído consigo mejoras en los rendimientos agrícolas y un aumento en la población que habita la zona, que actualmente supera los 16 millones de personas.

Tecnología, agua subterránea y nuevos desafíos

Otro de los elementos cruciales detrás del reverdecimiento del Thar ha sido el desarrollo de infraestructura de riego eficiente. El uso de agua subterránea ha permitido cultivar incluso fuera de las temporadas lluviosas, generando un cambio tan visible que puede ser rastreado desde el espacio.

Sin embargo, esta transformación no está exenta de riesgos. El uso intensivo de acuíferos subterráneos podría agotar recursos hídricos clave, y el aumento de las precipitaciones extremas amenaza con provocar inundaciones en zonas habitadas. A esto se suma el incremento de las temperaturas, que podría afectar tanto a las personas como a las nuevas áreas cultivadas.

El equilibrio ecológico también está en juego. Las especies adaptadas a entornos áridos podrían verse desplazadas, y las prácticas agrícolas tradicionales —como el pastoreo nómada— podrían desaparecer ante el avance de la modernización del campo.

Mirando al futuro: sostenibilidad como clave

A pesar de los desafíos, las proyecciones son optimistas. Estudios recientes predicen que esta tendencia de reverdecimiento continuará durante el resto del siglo XXI. Pero para que los beneficios se mantengan en el tiempo, los expertos subrayan la importancia de adoptar enfoques sostenibles.

Entre las soluciones propuestas se encuentran el uso de cultivos resistentes a la sequía, una gestión eficiente del agua, la adopción de energías renovables y la implementación de tecnologías que permitan adaptarse a los efectos del cambio climático. De esta manera, el desierto de Thar podría convertirse no solo en un símbolo de transformación geográfica, sino también en un modelo global de resiliencia ambiental.

En definitiva, lo que parecía un escenario imposible se está convirtiendo en una realidad tangible: un desierto que, en vez de expandirse, florece.

Font, article de Lucas Handley per a "Gizmodo"


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