sábado, 19 de abril de 2025

La arquitectura china que conquistará el mundo: “En Occidente, se ha priorizado el individualismo. En cambio, nuestros espacios domésticos proponen fluidez y negociación

 

El proyecto de residencia privada ‘House of Remembrance’ [Casa del recuerdo] (2021) explora cómo la arquitectura china puede hacer aflorar la memoria colectiva y los rituales de la vida en común, transformando la vivienda en un palimpsesto de narrativas familiares y sociales”, explican a AD los arquitectos Lyndon Neri y Rossana Hu sobre esta espectacular vivienda en Singapur.© Fabian Ong

Lyndon Neri y Rossana Hu, de Neri&HU, diseñan refugios y lugares de encuentro —viviendas, restaurantes, casas de té o centros de arte— que fusionan ideales tradicionales con necesidades contemporáneas.

La arquitectura china que conquistará el mundo: “En Occidente, se ha priorizado el individualismo. En cambio, nuestros espacios domésticos proponen fluidez y negociación”

En estos momentos, China está proyectando su influencia en el diseño y la arquitectura más que nunca —la concesión a Liu Jiakun del Premio Pritzker de Arquitectura 2025 es solo una prueba más. Además, el contexto geopolítico parece que favorecerá las relaciones de Europa con el gigante asiático.

Además de Jiakun, Wang Shu (primer arquitecto chino en recibir el Premio Pritzker, en 2012) y Ma Yansong, el trabajo de Lyndon Neri y Rossana Hu, del estudio Neri&Hu Design and Research Office, fundado en 2006 y con sede en Shanghái, se vuelve imprescindible para entender la importancia de China en la arquitectura y el diseño actuales. Reconocidos en todo el mundo, AD España habla con ellos sobre la renovada influencia estética de China en el mundo.

AD: ¿Cómo se perciben en China la arquitectura y los espacios domésticos?

Lyndon Neri y Rossana Hu: En los contextos urbanos históricos de China, el hogar multigeneracional ha servido como paradigma del espacio vital, donde abuelos, padres e hijos negocian territorios domésticos compartidos, cultivando la cohabitación. El concepto de hogar (o de estar en casa) trasciende el mero cobijo físico: es una construcción psicológica conformada por valoraciones subjetivas de la privacidad, la intimidad y la seguridad.

Las viviendas no son contenedores pasivos, sino agentes activos en la construcción de la vida cotidiana, con las huellas materiales del habitar: el desgaste del movimiento habitual, la acumulación de artefactos personales, la codificación espacial de los rituales domésticos. La vivienda también funciona como una superficie proyectiva que articula valores culturales y existenciales más profundos. Es a la vez un espejo de vínculos íntimos y un marco a través del cual se negocian la identidad y la pertenencia. En este sentido, la arquitectura no se limita a albergar vida, sino que la produce, estructurando las condiciones mismas en las que se forman, sostienen y recuerdan los vínculos sociales y afectivos.

AD: En su opinión, ¿por qué la arquitectura y el diseño chinos son más respetados que antes?

Lyndon Neri y Rossana Hu: La arquitectura occidental ha priorizado el individualismo: dormitorios privados, núcleos familiares aislados y zonas claramente delimitadas para funciones específicas. En cambio, los espacios domésticos chinos hacen hincapié en la fluidez, la adaptabilidad y la negociación intergeneracional.

 Las casas con callejones de Shanghái, las casas con patio de Pekín y los tulous de Fujian son hogares multigeneracionales que funcionan como un sistema dinámico en el que los límites son porosos. Esto desafía los supuestos occidentales sobre privacidad y autonomía, ofreciendo un modelo de vivienda más resistente y socialmente integrada, ideas especialmente relevantes en sociedades envejecidas o con crisis de vivienda. Creemos que las tradiciones chinas y sus ideas de domesticidad ofrecen lecciones que se necesitan urgentemente en una era de desigualdad urbana y degradación medioambiental. El reto ahora es abordar estas ideas sin convertirlas en exóticas, garantizando que el intercambio intercultural siga siendo recíproco y no extractivo.

AD: El influyente proyecto residencial Casa del Recuerdo (2021), en Singapur, es una referencia sobre cómo entender un hogar con los ideales confucionistas.

Lyndon Neri y Rossana Hu: El principal reto de este proyecto fue garantizar el equilibrio entre privacidad y espacio común, ofreciendo a cada familiar su propia sensación de respiro pero manteniendo la conexión entre ellos. Otro reto consistía en conservar los árboles protegidos del lugar, manteniendo al mismo tiempo elementos del jardín original y mezclándolos con nuevas plantaciones y paisajismo para crear un entorno paisajístico holístico que uniera todos los espacios exteriores. La Casa del Recuerdo transforma una casa tradicional china en un hogar multigeneracional, abordando retos espaciales e incrustando capas de memoria.

AD: En arquitectura, ¿qué podemos aprender de China para la casa del futuro?

Lyndon Neri y Rossana Hu: La capacidad de la arquitectura para actuar como herramienta de invención cultural y social sigue intacta, aunque prolifere su instrumentalización con fines comerciales. Sin embargo, para que la disciplina conserve su potencial transformador, debe cuestionarse cada vez más (y necesariamente) a quién sirve. Hay que insistir en arquitecturas que sirvan al bien mayor: espacios que no sean meramente inclusivos, sino activamente reparadores, que redistribuyan el acceso a los históricamente excluidos de sus beneficios. No se trata de una propuesta utópica, sino de un imperativo pragmático, especialmente en una época de creciente desigualdad espacial y precariedad medioambiental.

Font, article de Beatriz González per a "AD España"


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