Estaba Jesús en el desierto con sus doce discípulos, 45 grados a la sombra y sin comida ni bebida, y les dijo:
Voy a someteros a una prueba, coged cada uno una piedra.
Llegados a un Oásis , Jesús exclama :
¡ Que la piedra se convierta en comida, y que cada uno coma conforme a lo que ha cogido !
¡ Que la piedra se convierta en comida, y que cada uno coma conforme a lo que ha cogido !
¡Un banquetazo todos menos Judas !
Al volver, después de comidos y bebidos todos menos Judas, con más hambre que Carpanta, les vuelve a decir : Coged cada uno una piedra, y Judas, escarmentado, coge la más grande que encuentra, casi tan grande como él.
Al cabo de un rato cargados con las piedra, a Judas el sudor ya le llegaba hasta su sombra, Jesús exclama :
¡ Que las piedras se conviertan en mierda !
Con lo que Judas, de mierda hasta el cuello, mirando hacia el cielo exclama :
¿ Será para traicionarlo o no será para traicionarlo ?
Con lo que Judas, de mierda hasta el cuello, mirando hacia el cielo exclama :
¿ Será para traicionarlo o no será para traicionarlo ?
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