Al llegar la noche, es frecuente que nuestra mente siga dándole vueltas a todo, incapaz de desconectar
Es mejor leer en papel que en pantalla
La investigación resalta además que el formato físico del libro tiene ventajas frente a las pantallas electrónicas. Leer en papel reduce la exposición a la luz azul, conocida por interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Además, los dispositivos electrónicos suelen estar cargados de notificaciones y distracciones que dificultan la concentración, mientras que un libro físico nos permite sumergirnos plenamente en la lectura.
Para aprovechar al máximo este ritual, los expertos recomiendan crear un ambiente adecuado. Una luz tenue y dirigida exclusivamente a las páginas del libro es ideal para relajar la vista. Es importante evitar establecer un límite de tiempo estricto, ya que esto podría generar ansiedad. En cambio, lo mejor es dejarse llevar por la lectura hasta que el sueño llegue de forma natural.
La neuróloga Julia Santón, del Centro del Sueño UC Christus de Chile, confirma los beneficios de esta práctica. Según ella, leer antes de acostarse es necesario para quienes no logran «apagar el cerebro». Este hábito, explica, ayuda a desconectar de las preocupaciones del día a día y a entrar en un estado propicio para el descanso.
Font, article de Jordi Martínez per a "ABC"
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