martes, 7 de enero de 2025

La NASA detecta siete nuevos objetos espaciales anómalos similares a ‘Oumuamua

 

'Oumuamua es el primer objeto interestelar conocido que visita el sistema solar, 'Oumuamua. (European Southern Observatory / M. Kornmesser)

Científicos de la agencia espacial estadounidense han descubierto dos poblaciones diferentes de cometas oscuros, unas rocas espaciales que comparten características con el primer objeto interestelar: ‘Oumuamua' 


El 19 de octubre de 2017, el Telescopio Panorámico y Sistema de Respuesta Rápida-1 (Pan-STARRS-1) en Hawái anunció la primera detección de un objeto interestelar llamado 1I/2017 U1 ‘Oumuamua (la palabra hawaiana para “explorador”). Este objeto creó mucha confusión entre los astrofísicos porque parecía un asteroide, pero se comportaba como un cometa por la forma en la que aceleró fuera del sistema solar. Desde entonces, los científicos han observado muchos otros objetos que se comportan de la misma manera, los conocidos como cometas oscuros.

Estos objetos se definen como cuerpos pequeños sin coma, la nube de polvo y gas que envuelve el núcleo de un cometa. Y tienen aceleraciones no gravitacionales significativas explicables por la desgasificación de volátiles. Unas características muy parecidas a las que presentaba 'Oumuamua.

En un reciente estudio de la NASA, un equipo de investigadores identificó siete más de estos objetos en el sistema solar, duplicando el número de cometas oscuros conocidos. Además, los investigadores pudieron distinguir dos poblaciones distintas: objetos más grandes que se encuentran en el sistema solar exterior y otros más pequeños que residen en el sistema solar interior.

La estela de 'Oumuamua

Los científicos demostraron la existencia de cometas oscuros en 2016, cuando descubrieron que el asteroide 2003 RM se había desviado ligeramente de su órbita esperada. Este comportamiento no puede explicarse por el efecto yarkovskypor el que los asteroides absorben energía solar y la rebotan al espacio en forma de calor.

 

“Cuando ves ese tipo de perturbación en un objeto celeste, normalmente significa que es un cometa, con material volátil desgasificándose de su superficie dándole un poco de empuje”, explica Davide Farnocchia, investigador del JPL de la NASA y coautor del estudio de la Agencia Espacial estadounidense. “Pero por más que lo intentamos, no pudimos encontrar ninguna señal de la cola de un cometa. Parecía igual que cualquier otro asteroide: solo un punto de luz. Entonces, por un corto tiempo, tuvimos acceso a este extraño objeto celeste que no pudimos descifrar por completo”.

La siguiente pieza del rompecabezas llegó en 2017 con la detección del primer objeto interestelar 'Oumuamua. Si bien aparecía como un único punto de luz para los telescopios y no tenía coma, su trayectoria cambió como si estuviera desgasificando material volátil de su superficie.

 

"'Oumuamua fue sorprendente en varios sentidos", dijo Farnocchia. "El hecho de que el primer objeto que descubrimos en el espacio interestelar mostrara comportamientos similares a 2003 RM hizo que 2003 RM fuera aún más intrigante".

Siete nuevos cometas oscuros

Para 2023, se habían identificado siete cometas oscuros, lo que llevó a la comunidad astronómica a designarlos como una categoría nueva de objetos celestes. En el último de la NASA, los autores han identificado siete más de estos objetos en el sistema solar y observaron algunos rasgos interesantes entre ellos.

"Teníamos un número suficientemente grande de cometas oscuros como para poder empezar a preguntar si había algo que los diferenciara", asegura Darryl Z. Seligman, investigador postdoctoral de astronomía y astrofísica de la NSF del Instituto Carl Sagan en la Universidad de Cornell y la Universidad Estatal de Michigan, ambas en EEUU, y autor principal del estudio de la NASA. "Al analizar la reflectividad y las órbitas, descubrimos que nuestro sistema solar contiene dos tipos diferentes de cometas oscuros".

 

Uno de esos grupos, que el equipo llama cometas oscuros exteriores, es similar a las familias de asteroides que orbitan alrededor de Júpiter. Además de ser más grande, de cientos de metros o más de diámetro, todos dibujan órbitas muy elípticas. El segundo grupo, el de los “cometas oscuros interiores”, presenta objetos más pequeños (decenas de metros o menos) que viajan en órbitas casi circulares dentro de las órbitas de Mercurio, Venus, la Tierra y Marte.

 

Además de ampliar el conocimiento de los astrónomos sobre los cometas oscuros, la investigación del equipo plantea varias preguntas adicionales sobre su origen, comportamiento y composición. Estos objetos podrían contener hielo de agua, lo que tendría implicaciones para entender cómo se distribuyó el agua (y posiblemente la vida) en todo el sistema solar hace miles de millones de años.

"Los cometas oscuros son un nuevo potencial responsable de haber traído a la Tierra los materiales necesarios para el desarrollo de la vida", dice Seligman. "Cuanto más podamos aprender sobre ellos, mejor podremos comprender su papel en el origen de nuestro planeta".


Font, article de Matt Williams per a "El Confidencial"


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