El estudio ha relacionado el exceso de sueño con problemas de rendimiento de la memoria y otras funciones cerebrales. Los efectos son parecidos a dormir poco
El trabajo, publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia, dividió a los participantes en cuatro grupos: sin síntomas depresivos ni antidepresivos; con síntomas, sin antidepresivos; sin síntomas, pero con tratamiento; y con ambos. Los peores resultados se dieron entre quienes tenían síntomas depresivos, tanto si tomaban medicación como si no. En cambio, no se hallaron efectos significativos entre quienes consumían antidepresivos sin mostrar síntomas de depresión.
Un hábito que puede afectar a la vida diaria
Los investigadores observaron que el sueño prolongado puede impactar en habilidades clave para la vida diaria, como la organización, la toma de decisiones o el control de impulsos. Estas funciones, conocidas como ejecutivas, son esenciales para mantener una autonomía funcional y una buena calidad de vida.
“Dormir más de lo aconsejable no es necesariamente una buena señal, especialmente cuando se da junto a problemas de salud mental”, ha declarado Sudha Seshadri, directora del Instituto Glenn Biggs. Según la experta, estos patrones podrían anticipar fases tempranas de envejecimiento cerebral o enfermedades neurodegenerativas.
Actualmente, el Consejo Global para la Salud del Cerebro recomienda entre siete y ocho horas de sueño por noche en adultos. Dormir menos o más de esa franja podría contribuir al deterioro de distintas funciones cognitivas.
Font, article de R. Badillo per a "El confidencial"
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