Las importaciones de GNL de Europa caen un 19% y la demanda de gas se sitúa en su nivel más bajo en 11 años

 

La mitad de las terminales de regasificación de GNL de la UE tuvieron una tasa de utilización inferior al 40% el año pasado, según IEEFA

Las importaciones europeas de GNL cayeron un 19% en 2024, ya que el consumo de gas alcanzó su nivel más bajo en 11 años, gracias en parte a las incorporaciones de energía renovable.  El European LNG Tracker actualizado del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) revela que la demanda de GNL del continente en 2024 cayó a su nivel más bajo desde 2021.

Los países europeos que más redujeron sus importaciones de GNL en 2024 fueron Reino Unido (un 47% interanual), Bélgica (un 29%) y España (un 28%).  “Los esfuerzos de la UE para frenar la demanda de gas han sido cruciales para mantener la seguridad del suministro energético del continente”, afirmó Ana María Jaller-Makarewicz, analista principal de energía para Europa en IEEFA. “Sin embargo, como la demanda de gas de la UE se mantuvo estable el año pasado, es necesario trabajar más para diversificar los suministros energéticos y reducir la exposición de Europa a la volatilidad del mercado del GNL”.

Cae la demanda, crecen las inversiones

La caída de la demanda de GNL contrasta con la oleada de inversiones en nuevas infraestructuras de importación. Si bien la construcción se desaceleró el año pasado, los planes actuales prevén que la capacidad de importación de GNL de Europa crezca un 60% entre 2021 y 2030, a pesar de que se espera que la demanda de GNL disminuya aún más en 2030.

La IEEFA prevé que esto podría dar como resultado que la capacidad de regasificación de Europa en 2030 tenga una tasa de utilización promedio del 30%. Entre los países que han instalado o ampliado terminales desde 2021 se incluyen Alemania, Países Bajos, Turquía, Italia, Francia, Bélgica, Grecia, Finlandia, Polonia y Croacia.

La menor demanda significó que la mitad de las terminales de importación de GNL de la UE tenían una tasa de utilización inferior al 40%, incluidas algunas de las nuevas instalaciones.

“Duplicar la inversión en nuevas terminales de GNL sin tener en cuenta las tendencias de la demanda aumenta el riesgo de sobreinversión y de subutilización de la infraestructura a medida que se acelera la transición energética”, afirmó Jaller-Makarewicz.

Las importaciones de GNL ruso se disparan

Casi la mitad (46%) de las importaciones de GNL de Europa en 2024 procedieron de Estados Unidos. Sus importaciones desde ese país disminuyeron un 18% el año pasado.

Por el contrario, las importaciones europeas y de la UE de GNL ruso crecieron un 12% y un 18%, respectivamente, el año pasado, a pesar del objetivo de la UE de poner fin a su dependencia de los combustibles fósiles rusos para 2027.

“Un tercio de las importaciones de GNL ruso de la UE fueron operaciones al contado en 2024. Los Estados miembros deberían priorizar la eliminación progresiva de estos flujos, que no están sujetos a contratos a largo plazo”, afirmó Jaller-Makarewicz.

Francia, España y Bélgica representaron el 85% de las importaciones europeas de GNL ruso el año pasado.  El IEEFA estima que los países de la UE gastaron 6.300 millones de euros en GNL ruso entre enero y noviembre de 2024.

Efecto de la falta de tránsito de gas ruso a través de Ucrania sobre las importaciones de GNL

Las importaciones europeas de GNL disminuyeron en unos 32.000 millones de metros cúbicos en 2024. Esto es más del doble del volumen de gas ruso que transitó por Ucrania el año pasado (unos 15.000 millones de metros cúbicos).

Dado que es necesario reemplazar este suministro de gasoducto y que es necesario llenar el almacenamiento de gas antes del próximo invierno, se prevé que la demanda de GNL en Europa y la UE aumente en 2025, pero en una cantidad menor que su probable consumo máximo de GNL en 2022 y 2023, respectivamente.

Font, article de José A. Roca per a "El periódico de la energía"